Humildad - parte 3
… Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes – I Pedro 5:5
La Palabra de Dios dice que El da gracia a los humildes. El Diccionario Español dice: “Actitud de la persona que no presume de sus logros, reconoce sus fracasos y debilidades y actúa sin orgullo”. Y de otro lado la define como: “Baja condición social”.
En el Diccionario Bíblico encontramos: “La persona humilde reconoce su dependencia de Dios, no busca el dominio sobre sus semejantes, sino que aprende a darles valor por encima de sí mismo” (Job 22:29; Salmo 10:17; Proverbios 3:34; 29:23; Isaías 57:15; Romanos 12:16).
Respecto a humildad como hijos de Dios I Pedro 5:6-7 dice: “Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que El os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre El, porque El tiene cuidado de vosotros”
Entendamos humillarse para Dios no es ser un servil, un arrastrado, se trata de confianza, de fe, de fidelidad a El, confiar todo lo que somos, o tenemos, o pasamos, no sufrir el asunto, no sólo comunicarle, sino literalmente echarlo sobre El, esto significa confía de tal manera en El, que cualquier cosa que te aqueje, o quite tu paz, puedes creer que El tiene cuidado de ti siempre. Lo contrario es guardarlo, envenenarse, amargarse, y pisar terreno enemigo super minado para nuestras vidas. El soberbio, el orgulloso dice yo puedo solo, yo salgo de esto solo, el yo yo nos lleva al campo enemigo a ser dañados; no hay nada mejor que confiar en nuestro Padre celestial y pase lo que pase, saber que El tiene cuidado de mi. El humilde no toma la ofensa, el humilde no toma la revancha, ni venganza, el humilde sabe que Su Padre está presto a sacarlo a lugar espacioso, y está listo a defender su causa.
Encontramos tanta gente aún dentro del pueblo de Dios que dice ser humilde, pero no son capaces de dejar que El tenga cuidado de sus cargas, penas, rencores, Dios tiene la sabiduría necesaria para sacarte del lodo cenagoso, y del pantano vil, ya lo hizo una vez, lo hará otra vez, y otra vez, y otra vez, porque te ama. Nunca tengamos ni orgullo, ni vergüenza de venir a El y tirarnos en El como niños amados. Eso es humildad confiar en El porque El tiene cuidado de ti. Nunca tomes las armas por tus propias manos, eso hacen en la guerra y pierden a sus compatriotas, pierden sus países.
Es terrible ver una persona que camina campo enemigo minado de odio, venganza, y cuanta cosa es capaz el enemigo de hacerte sentir, y luego quizás enfermedad y muerte. Seamos lo suficientemente confiados en El, que podamos enfrentar y sacar a luz la verdad. Amar a Dios, a Su gente, a quienes ama sobre todas las cosas, porque son los lavados por la sangre del Cordero. Y amemos a la gente que no es del Reino de Dios, porque nuestro Salvador quiere que todos procedan al arrepentimiento.
Lógicamente no somos de baja condición social, porque somos ciudadanos de una patria celestial, y Jesucristo en la cruz del calvario nos prosperó, es parte del paquete de la salvación.
Padre celestial gracias por la calidad de Padre que eres, desde hoy confiaré completamente en Ti, echaré todas mis cargas en Ti, porque Tú tienes cuidado de mi, gracias Espíritu santo por guiarme a la verdad y revelarme la verdad, gracias en el Nombre de Jesús.
Posted in: on 19 de marzo de 2010 at en 3:00 a. m.
