Hablando la Palabra
El sembrador es el que siembra
Cada que tu hablas la Palabra, declaras la Palabra, por ti o por otros esa Palabra es la buena semilla que queda plantada en la persona, y produce buenos frutos, es más ya somos gente con el fruto del Espíritu Santo en nosotros, y la Palabra y el Espíritu son el poder necesario para nuestras vidas.
No nos gastemos hablando de la carne, o del alma, o de los libros que leímos de grandes autores pero sin Palabra de vida; aprendamos a hablar del espíritu nuestro el cual está ligado al Espíritu Santo de Dios, pero ese buen depósito debe estar abundando en la Palabra de Dios, la Palabra de Fe, de sanidad, de bienestar, de paz. Si alguien te habla del tiempo, no contestes, ¡qué terrible este tiempo! En todo sitio el tiempo está como está porque vivimos los tiempos postreros. Pero hagamos lo correcto, soltemos la Palabra “Este es el día que Dios ha creado y yo me alegraré y gozaré en él”; ¡qué crisis la que vivimos, dice la gente! Bueno si estás en Cristo las cosas pueden cambiar para el bien tuyo, no le seguimos la cuerda, hablamos la Palabra, plantamos la Palabra. Además Jesús no nos engañó, dijo la verdad que en los últimos tiempos sería terrible. Por eso leamos la Palabra, aprendamos de la Palabra.
Cambiemos nuestro ambiente, nuestro mundo en el que vivimos por la Palabra, dice en Hebreos que “Jesús sostiene todas las cosas con la Palabra de Su poder” hagamos lo mismo, seamos como nuestro Señor en todos los asuntos de nuestra vida.
Rodeemos a nuestros hijos con buena Palabra también, me rehúso a hablar mal de ellos, hablemos bien, palabra sazonada, que los saca de problemas, que donde el diablo de vueltas y los rodee, la unción de la Palabra que hablamos sobre ellos, destruya el yugo, porque la Palabra viene cargada de fe, de unción; y “herencia de Jehová son los hijos”, El no nos ha dado una herencia perversa, ni de carga, ni de dolor ni para dolor, entonces si son Su herencia, gloria a Dios, tomarán el único camino, la única verdad, y la única vida que es Jesucristo, y solución habrá para sus situaciones; si los instruimos en la Palabra.
Hablando por los que conocemos buena Palabra, eso no significa que si un día tienes que despertar a alguien a la realidad de la Palabra, y decirle “quita la hipocresía de tu vida amado (a), no tengamos que hacerlo, aprendamos de Jesús el autor y consumador de nuestra fe, el autor de la vida, el autor de la salvación; no fue malcriado, no fue pedante, nunca entró en orgullo, dijo que era el Hijo de Dios por ser verdad, pero nunca se jactó, en verdad supo decir lo correcto a cada uno, seamos como El.
Jesús dijo algo que creo sinceramente que allí radicó todo Su éxito en esta tierra de los vivientes, “Hablo lo que oigo hablar a Mi Padre, y hago lo que veo hacer a Mi Padre” listo qué fácil, ahora ¿cómo lo hacemos nosotros? Nos dio la Palabra, nos dio al Espíritu Santo, tenemos Su presencia morando en nosotros, tenemos Su autoridad, tenemos Su Nombre; el Padre a favor nuestro ¿qué mas podemos pedir? Amados no hay nada más que necesitemos, hagamos lo que debemos hacer, conocerlo por la Palabra, y espíritu de sabiduría y de revelación vendrá a nosotros, y alumbrará los ojos de nuestro entendimiento.
Recuerden hablar la Palabra, soltar la Palabra, dice “creí por lo cual hablé” pues bendecidos por siempre, aprendamos a evitar problemas y no a entrar en ellos. La Palabra, la sabiduría te salva de momentos difíciles.
Padre celestial gracias, porque es la buena semilla que hablando podemos sembrarla, buena para nuestras vidas, buena para los que conocemos, y buena para el mundo entero, gracias por la osadía con que podemos soltarla y saber que ésta actúa poderosamente, en el Nombre de Jesús.
Posted in: on 9 de marzo de 2010 at en 2:00 a. m.