Defendiendo la Palabra

… sabiendo que estoy puesto para la defensa del evangelio” – Filipenses 1:17

Amados por donde vayamos estamos puestos para la defensa del evangelio, porque el evangelio es el poder de Dios, que derriba fortalezas, argumentos, astucias, maquinaciones, artimañas del enemigo; la Palabra y el Espíritu son la dinamita que destruye este poder maligno. Podemos presentar defensa y es nuestra labor hacerlo, la Palabra tiene un valor incalculable, tu vales por la Palabra que contienes, qué interesante darse cuenta de esto, estar consciente con el fin de conocer tu propio valor. Entonces cuando sabes qué tienes y cuánto vales puedes enfrentar cualquier situación.

En I Pedro 3:15 dice: “Sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros”.

Defender la Palabra, es no insultar a Dios nuestro Padre, o a Jesucristo nuestro Rey, Señor, Salvador, o al Espíritu Santo el Consolador, Consejero, Guía fiel de nuestras vidas. Cómo se ofende: unos cuatro ejemplos muy típicos:

(1) Dios quiere enseñarme algo por eso me enferma

(2) Jesús Dio dones a los hombres, los 5 ministerios, no honrando sus ministerios, hablando mal el uno del otro, es hablar mal de Jesús, y de quien vive en ti, y en el otro.

(3) El hablar en lenguas es del diablo.

(4) Atribuir la gloria o el honor a la oración, la guerra espiritual, el ayuno que hicieron en vez de darle la gloria a Aquel que te creó, te salvó y te amó.

Por eso es tan importante orar la Palabra, con fundamento de la Palabra, así el diablo no tiene donde colocarte el orgullo, o la derrota porque la palabrería no trae resultados. Peleamos la buena batalla de la fe, no hay tal cosa de un frente a frente con el enemigo, porque Jesús lo puso debajo de nuestros pies, no hay motivo para darle tanto honor e importancia, a este ya vencido, derrotado; como un sabio dijo: el pecado no es el problema, el diablo y sus demonios tampoco, ya fueron tratados juzgados en la cruz, chao a ellos; tu punto es crucificar tu carne y sus deseos; una buena forma es renovando tu mente.

O sea no es porque ayuné que resultaron las cosas, que los milagros se dieron, no es porque oré y oré y oré, no es porque entramos en liberación, echar fuera demonios, los echas fuera en el Nombre de Jesús y tienen que irse, punto. Todo lo grandioso que viene a tu vida, es por la obra acabada de la cruz del calvario, es porque Jesucristo lo dio todo por ti y por mi, y eso basta, como le dijo a Pablo, “Bástate mi gracia”. La gracia y el favor de Dios, el amor y la sonrisa del Padre en mi vida, Su cántico sobre mi, El es mi escudo, El es mi torre fuerte, El es mi libertador, mi todo es EL, mi Jesús, en El tengo la victoria total, en El soy más que vencedor.

Padre celestial gracias porque en Jesús tenemos la vida, y teniendo la vida lo tenemos todo, y tenemos la sabiduría de lo alto, para presentar defensa de nuestra fe, del evangelio, del poder de Dios, gracias Espíritu Santo por Tu revelación y sabiduría en nuestras vidas, en el Nombre de Jesús.

0 comentarios: