Avivamiento - parte II

¿No os mandamos estrictamente que no enseñaseis en ese Nombre? Y ahora habéis llenado a Jerusalén de vuestra doctrina, y queréis echar sobre nosotros la sangre de ese hombre Hechos 5:28

Habían llenado Jerusalén de la doctrina de Jesucristo, esto es avivamiento.

Esto sucedió también en Hechos 2:2,4 “Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados … Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen”. Amados no fue el diablo que hizo esto, fue el Espíritu Santo. Y todos fueron llenos del Espíritu Santo. Hechos y las Epístolas son para la Iglesia de hoy, para que el Cuerpo de Cristo, Su novia sea equipada y haga temblar cualquier demonio y diablo; “porque para esto apareció el Hijo de Dios para deshacer las obras del diablo” amén y amén.

Hechos 4:29-31 “ … Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la Palabra de Dios”. Esto es avivamiento. Casa LLENA, gente LLENA, ciudades LLENAS de la doctrina de Jesús y de las manifestaciones del Espíritu Santo.

Es a la forma de Dios, no de técnicas humanas, y El nos ha dado sabiduría de lo alto, o sea de Su sabiduría para hacer y obrar a Su forma, y dice que si nos falta sabiduría, la pedimos que El nos dará abundantemente y sin reproche: claro está que el principio de la sabiduría es el temor de Jehová, y que temor es lo que dice Proverbios 8:13. Es imposible pasar por alto, verdades fundamentales. Creo que todos anhelamos tener el éxito que tuvo Jesús, y éste estaba basado en lo que Jesús hizo y enseñó, el dijo: “Yo hago todo lo que veo hacer al Padre, y hablo todo lo que escucho del Padre” por lo tanto podemos hacer lo mismo.

La Palabra nos enseña e insta a presentarnos ante Dios, como varones aprobados que no tenemos de qué avergonzarnos, que usamos (dividimos) bien la Palabra de verdad. Esto es que no seamos novatos o indoctos, sino conocedores, escudriñadores, investigadores de la Palabra como escribe Lucas en el evangelio capítulo 1:1-4. Así podremos conocer de tiempos y sazones como dijo Jesús, y tenemos la guía segura del Espíritu Santo.

Tiempo de avivamiento es reconocer la persona y la obra del Espíritu Santo y esto se conoce por la Palabra; aprendemos a saber cuándo actuar en Su poder.

Espíritu Santo gracias por estar en medio nuestro, porque hiciste lo que el Cuerpo de Cristo, la Iglesia necesita, El dijo es necesario que me vaya y que venga el Consolador, siempre hizo lo mejor por nosotros gracias, en el Nombre de Jesús.

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