El Perdón
Antes bien sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo – Efesios 4:32
La avenida de la Restauración, de la Restitución y la Cancelación de cualquier ofensa, deuda contra alguien, amargura, resentimiento: EL PERDON. El perdón viene a ser la puerta de ingreso a la libertad personal, y libertad de la otra persona, así Dios puede trabajar en ambas vidas. Perdonar es tender el puente entre dos orillas distanciadas por las muchas aguas que corren al centro, entre dos personas están aguas son turbulentas que ahogan a la una y a la otra y ninguna puede verse, hasta que se construye el puente donde sea la una parte o la otra puede venir y usar el perdón que Dios ha provisto al hombre en Su gracia y amor.
Porque hay que comprender que el hombre no perdona en su propio amor, de dónde lo tendría; sólo Dios tiene esa gracia que ha extendido al hombre para ser perdonado y para tener el poder y la osadía de perdonar, así como fue perdonado en Cristo. Está al alcance del hombre la benignidad y misericordia de Dios para perdonar.
Jesucristo pudo redimirnos, restaurarnos al original del Padre, libertarnos, pudo derramar Su sangre preciosa como alto precio que pagó para comprarnos del campo enemigo, del reino del enemigo y trasladarnos a Su luz admirable, todo lo hizo legalmente.
Es a la forma de Dios, a la forma de Cristo, está demasiado claro en Colosenses 2:13 “Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con El, perdonándoos TODOS los pecados” y el 3:13 dice: “Soportándoos unos a otros , y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, ASÍ TAMBIÉN HACEDLO VOSOTROS”. Esto es no esperemos para perdonar que la otra persona haga algo, es posible que nunca haga algo por el asunto que los mantiene en lío, o alejados. Hazlo tú, tal como Cristo lo hizo por ti y por mi.
No podemos guardar nada contra alguien, por perverso que haya sido, para con nosotros o para con los nuestros; es imposible estar llenos de cólera, de angustia, de malos pensamientos, nuestra mente tiene que ser renovada por la Palabra de Dios y dejar que el perdón que hay en nuestro espíritu donde somos nuevas criaturas, inunde nuestra mente y perdonemos de todo corazón, el que perdona olvida, qué sería de nuestras vidas si Jesucristo todos los días le diría al Padre, ¿Padre te acuerdas que este era un pecador empedernido? y el Padre diría a la verdad que no, pero Jesús estaría allí, allí con la misma tonada (claro está que El no lo hace) (esta es una suposición que nunca sucederá, gracias a Dios, que El lo olvidó todo) oigan quizás el Padre le diría, Hijo vamos al Tabernáculo, al propiciatorio, y quiero que veas lo que Yo veo en la humanidad, allí está Tu sangre viva, clamando perdón por todos, no veo nada de lo que me hablas. Entonces de seguro (esta es una película de terror para nosotros, si el Salvador no recuerda el perdón y la restauración, redención, ufff) diría cierto, cierto, Padre felicitaciones, que tu no recuerdas nada.
En fin, es sólo para mostrarles que si Ellos recordarían nuestros pecados, estaríamos muertos, y muy muertos. Nos aman tanto, que lo único que tienen es planes de bien solamente y no planes de mal. Es tanto el amor del Padre, que envió al Espíritu Santo para no estar huérfanos, y estará con nosotros hasta el fin, por nosotros para consolarnos, aconsejarnos, guiarnos, ser el íntimo, porque fue enviado por el Padre en el Nombre de Jesús, y Jesús se fue de esta tierra después de Su resurrección porque sabía que nos convenía que venga el Consolador. Y está aquí para convencer de pecado, de justicia y de juicio a la humanidad que aún no cree que Cristo ya lo salvó y justificó. “Que consumado está” “que el precio fue pagado” y que “ya fueron perdonados” y qué sólo cediéndose a la Palabra predicada pueden hacer uso de éste torrente de perdón.
Dios y Padre gracias por Tu perdón, que siendo aún enemigos y estando lejos de Ti, enviaste a Jesucristo para que El en la cruz de una mano a Ti, y la otra a la humanidad y en esa unión recibamos Tu perdón, y seamos libres entonces para perdonar nosotros también, queremos hacerlo ahora mismo y no tener atado a nosotros a nadie, que queden libres para que Tu Padre obres en sus vidas con el poder de la Palabra y del Espíritu Santo; gracias en el Nombre de Jesús.
Posted in: on 2 de octubre de 2010 at en 2:00 a. m.