Espíritu Santo - parte 1

Pero Yo os digo la verdad: Os conviene que Yo me vaya; porque si no me fuere, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere os lo enviaré – Juan 16:7
En Joel 2:28 el profeta Joel profetizó: “Y después de esto derramaré Mi Espíritu sobre toda carne …” Jamás Dios hace algo sin un propósito, claro está, Dios Padre siempre quiso que gocemos lo sobrenatural; y esto es sólo por Su poder, para unción, para profetizar, para soñar Sus sueños.
En Lucas 3:16 “Respondió Juan … Yo a la verdad os bautizo en agua … El (Jesús) os bautizará en Espíritu Santo y fuego”. En el vr. 22: “Y descendió el Espíritu Santo sobre Jesús en forma corporal, …” 4:18 dice: “El Espíritu del Señor está sobre Mi. Por cuanto me ha ungido para …”
El Espíritu Santo es el poder, la unción, la potencia, necesaria para ejecutar todo lo que la Palabra de Dios requiere se haga en la tierra, a través de Su Reino y sus reyes y sacerdotes.
En Hechos 1:4-5, 8 “… sino que esperasen la promesa del Padre … mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días” “pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos … hasta lo último de la tierra
Recuerdo bien cuando el Espíritu Santo me enseñó que por tiempos el hombre ha enseñado sobre El, como paloma, como viento, como lenguas de fuego, y la Palabra lo dice, y lo enseña para que el hombre aprenda, pero también debemos aprender, que El es una persona de la Deidad, y que al no ser revelado esto, nos perdemos de reconocerlo, amarlo, recibirlo conocer tanto Su persona como Su obra.
Ese día cambiaron muchas cosas y asuntos en mi vida personal, pero al enseñar esto en Oasis también cambió la vida de la Iglesia, y comenzó el Espíritu a ser Quien es para todos nosotros, la Persona del Consolador, el Consejero, el Guía fiel, Aquel que Jesús dejó frente a la Iglesia para revelar la Palabra, para ser el Maestro, “para darnos espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de Jesucristo, Quien es la Palabra, el Verbo; alumbrando los ojos de nuestro entendimiento, para que sepamos … “ Efesios 1;16-17
Y las más de las veces ni sabemos definir o reconocer la persona del Espíritu Santo, me gusta tanto cómo Efesios 1:19-21 lo define y lo da a conocer: “Y cual la * Supereminente *Grandeza de * Su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del *Poder de *Su Fuerza. La Cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos, y sentándole a Su diestra en los lugares celestiales, sobre todo …” ¡Oh, Padre, qué poder!!!
E l Espíritu Santo es el poder, es la potencia, es la unción, es el Pan de los hijos, es la fuerza que resucitó a Jesucristo levantándolo de las partes más bajas de la tierra y lo sentó a la diestra del Padre, es una de las Personas de la Deidad.
Espíritu Santo amado, gracias por ser tan fiel a lo que nuestro Señor Jesucristo te encargó, y te agradecemos que nos ayudas, nos consuelas, nos aconsejas, nos revelas, nos cuentas todo lo que el Padre y el Hijo hablan de nosotros, y es más nos das a conocer lo que va suceder, gracias en el Nombre amado de nuestro Señor Jesucristo.

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