Dónde está tu meta? parte 2

… y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe – Hebreos 12:1,2
Fallamos al ver sólo las cosas aquí en la tierra. Tú pudiste haber dicho: “Quiero construir la casa de mis sueños aquí en la tierra”. Pero si tú no tienes sueños para tu casa en el cielo, tu sueño de aquí en la tierra se acabará algún día. Debes tener algo puesto allá arriba. ¿Qué quieres que suceda cuando llegues al cielo? Yo quiero arrodillarme ante el Señor, o abrazarle y decirle: “Señor, tú sabes que hice lo posible por traerte la mayor cantidad de almas”. Toda mi vida gira alrededor de ese objetivo. Yo no vivo para el día que llegue a la tumba, sino para el día que llegue al cielo, porque ahí seré juzgado por todo lo que me fue dado por gracia. Como todo gira alrededor de cuando llegue al cielo, todo lo que hago en la tierra lo hago planeado para cuando llegue allá. Mi matrimonio, mis hijos, mi carrera, mi trabajo, mi dedicación, mi esfuerzo, todo lo hago para cuando llegue delante de Cristo y le pueda dar cuenta de eso. Cuando realmente tienes la mira puesta en algo, todo lo demás en tu vida gira alrededor. Escribe qué quieres que suceda el día que llegues a pararte delante de Jesús.
Nuestra mente ha pensado más en los objetivos de la tierra que en los del cielo. Ahora escribe cuáles son tus objetivos para el cielo. Quiero que anotes cinco áreas y qué harás para cumplir tus objetivos en cada una de ellas. (1)Tu matrimonio, (2) tus hijos, (3) tus finanzas, (4) tu ministerio o carrera y (5) tu vida como ciudadano en esta nación. Por ejemplo, si el objetivo de mi vida es llegar un día delante del Señor y llevar la mayor cantidad de discípulos, no puedo tener un matrimonio que no gire en torno a eso. La educación que les doy a mis hijos, va en esa dirección; los educo para que cuando lleguen al cielo, digan: “Mi mamá, mi papá trajeron tantos, pero yo traigo tantos”. Debes escoger el trabajo y la vida financiera que te lleve a alcanzar esos objetivos. El trabajo que tienes ¿realmente te ayuda a cumplir ese objetivo?
Déjame contarte algo que escuché de un amado pastor - esta anécdota: Yo estudié derecho en la Universidad. Una noche estábamos estudiando derecho bancario, tenía una catedrática muy dura, estricta, pero muy buena. Estábamos leyendo el código de la ley, y ella dijo: “¿Están todos de acuerdo con esto?” Lo volvió a preguntar, y todos dijeron “Sí”. Cuando volvió a preguntar, yo levanté la mano que no estaba de acuerdo. (En la universidad conocí al Señor, leía la Biblia antes y después de clases). Yo levanté la mano y le expliqué la razón por la cual no estaba de acuerdo, y se me quedó viendo y dijo: “Tiene razón, usted es brillante, pero es un desperdicio. Podría ser un buen abogado, pero se pasa leyendo la Biblia todo el tiempo”. Yo le dije: “El día que usted y yo lleguemos delante de Jesús, vamos a ver quién desperdició su vida”. Yo tengo la mira arriba.
Jesús eres el aliento y la luz de mi existir, la fuerza diaria que me sostiene, mis ojos están puestos en ti mi autor y consumador de la fe, en Ti alcanzo mi meta, no fallaré, llegaré a cumplir todas mis expectativas y planes con Tu ayuda y el poder del Espíritu Santo.

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