Comprométete con tu Carrera y tu Meta

… y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe – Hebreos 12:1,2
l os campeones olímpicos, díganme, han visitado una casa que tiene una galería de trofeos, diplomas, medallas y regalos por ser campeones? O quizás lo han gozado al ver en TV de alguien que es campeón. Ellos invirtieron tiempo, vida, se privaron de muchos placeres que esta vida y este mundo ofrecen, para llegar a ser campeones.
Nosotros también como Reino de Dios e hijos de pacto, tenemos una galería amados, de lo más preciada y podemos recorrer esta galería al ir a Hebreos 11, todos estos por la fe alcanzaron terminar su carrera, llegar a su meta, y cual Pablo dijo les está destinada la corona de vida, qué tremendo trofeo de la eternidad, que el Juez Supremo, el Entrenador Supremo, el Salvador, nos entregará con gozo y alegría en Su rostro, con señal de triunfo, y con los aplausos seguramente de esa gran nube de testigos que llegó al cielo antes y después que nosotros, con cánticos, con toque de toda clase de instrumentos que los ángeles se gozarán cantando y tocando.
Imagínate caminando en esas calles de oro, tu nombre declarado desde el Libro de la Vida, y billones de billones de salvos ante nuestro Padre celestial, Jesús nuestro amado Salvador con tu corona de vida en Sus manos preciosas, y el Espíritu Santo con gozo allí en esa pasarela y tu marchando a recibir la corona de vida, y todas las coronas que te están esperando allí.
Amados las tribulaciones, los montes en tu camino, las pruebas, son solamente colocadas a un campeón de Dios, nunca te detendrán, nunca te apartarán del amor de Tu Padre, nunca te desviarán, porque naciste para ser un CAMPEON, para correr tu carrera, para ejercer tu profesión y confesión de tu esperanza, para llegar a tu meta que es Cristo Jesús.
Alégrate que tu nombre se escriba en esa pasarela de Hebreos 11, yo lo anhelo, es mi oración, si hay tanta Palabra en Oasis es porque estoy segura que un día veré esto cumplido, y fiel es Dios para no mentir.
Me alienta muchísimo que la Palabra de Dios, no trata de llamarme algo, sino que me define y te define o identifica, como Ministro competente del Evangelio, como Ministro de la Reconciliación, como el que todo lo puede en Cristo, no hay ambivalencia, es definitivo. No te quedes atrás, dejando que sólo Dios crea de ti lo que eres, créelo tu también.
Jesús eres el mejor Campeón del Universo, nadie como Tu, el Padre no tuvo ni tiene tacha alguna sobre ti, y Tu vives en mi, quiero honrarte, y por donde vaya, y en lo que haga Tu puedas decir al Padre, Padre mira es igual que nosotros, es cierto que Yo el Mayor vive en él y nos honra, goza del poder que le hemos dado, goza de la unción que pudre yugo, y donde él (ella) entra Yo entro y las obras del diablo son deshechas.

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