Personaje - Set

Y conoció de nuevo Adán a su mujer, la cual dio a luz un hijo, y llamó su nombre Set. Porque Dios (dijo ella) me ha sustituido otro hijo en lugar de Abel, a quien mató Caín – Génesis 4:25

Los primeros hijos que la Biblia registra de Adán y Eva fueron Caín y Abel. Caín se ensañó contra Abel, no escuchó la voz de alerta de Dios, y mató a Abel. Vemos que la descendencia del Salvador no vendría de Caín; y Dios les proveyó otro hijo a quien llamaron Set (sig. Sustitución). Esta es la línea de descendencia de donde viene Jesús.

El vrs. 26 dice algo muy interesante: “Y a Set también le nació un hijo, y llamó su nombre Enós. Entonces los hombres comenzaron a invocar el Nombre de Jehová”. Este hecho es un registro que agradó a Dios, en medio de tanto desastre, un nuevo grupo de hombres comienza a invocar, a reconocer el Nombre de Dios, como el Nombre importante del Dios de sus vidas.

Hay o hubo un día en nuestras vidas que también, de oídas habíamos conocido a Dios, por noticias ajenas, pero llega o llegó el día que empezamos a conocerlo tan personalmente, que desde la profundidad de nuestro ser surge invocar el Nombre de Dios con adoración, agradecimiento y reconocimiento de Su majestad, bondad, fidelidad y misericordia.

Acá desde Génesis 1 que leemos cómo Dios hablaba con Adán todas las tardes en el Huerto, luego cuando lo encontró después de su traición, también cuando habló con Caín, no sólo es un consejo divino, tómalo o déjalo en el 4:6-7 la Palabra de Dios aún si es tomada como consejo es una orden de amor, de cuidado, de prevención, de preservación. Transcribiré la sabiduría de Dios para nuestras vidas, primero hay algunas preguntas luego el consejo:

Ø ¿por qué te has ensañado? o ¿por qué te has irritado o enfurecido? o ¿por qué deleitarte en causar daño o dolor a quien no puede defenderse?. Otra expresión muy fuerte para ensañado es abusar.

Ø ¿Por qué ha decaído tu semblante? (cuando el corazón está mal todo está mal)

Ø Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? – ¡qué buena revelación!

Ø Y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto … . Qué dolor cuando Dios da una Palabra, y aun así la persona hace lo que le da la gana; saben en qué resulta: en daño personal y generacional.

Vemos que de Caín no podía venir la simiente a quien fue hecha la promesa. Guardémonos ahora con tanto consejo de Dios, para no resbalar jamás.

Por tal razón vemos a Dios proveyendo a Adán y Eva un hijo llamado Set, de cuya simiente vendría el Redentor.

Encontramos así en la genealogía de Jesús, en el libro de Lucas 3:38 “hijo de Enós, hijo de SET, hijo de Adán, hijo de Dios”. Simiente es semilla, en la semilla está toda la herencia, y la sobreabundancia que generará por los siglos. Esta es la simiente que heriría a Satanás en la cabeza o su imperio sería destruido, (y derribaría su poder mal ganado, su gloria mal ganada), y así fue y así es; Cristo es Señor y es Rey, Su imperio es eterno.

Dios y Padre gracias porque Tu Palabra, Tu promesa, es real, sucedió porque vino nuestro Salvador tal como lo habías prometido; El venció por eso somos más que vencedores; gracias en el Nombre de Jesús.

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