Personaje - Israel

Y el varón le dijo ¿cuál es tu nombre? Y él respondió Jacob. Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob. Sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres y has vencido – Génesis 32:27-28

Leemos en Génesis 25:27-28 “… pero Jacob era varón quieto, que habitaba en tiendas. Y amó Isaac a Esaú porque comía de su caza; mas Rebeca amaba a Jacob”.

Jacob obtiene la primogenitura del relajado de Esaú, Génesis 25:31-34 “Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura. Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir ¿para qué pues me servirá la primogenitura?. Y dijo Jacob: júramelo en este día. Y él le juró, y vendió a Jacob su primogenitura. Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura

¿Cuál era la importancia de la primogenitura? Primogenitura es el derecho que tiene el primer hijo varón engendrado, tiene importancia en cuestiones de herencia, privilegios, obligaciones. Jacob buscó la bendición de su padre y su madre lo ayudó, e Isaac lo bendijo como primogénito, cuando Esaú llegó por su bendición ya era tarde, Génesis 27:35-37 “Y él dijo: vino tu hermano con engaño y tomó tu bendición. Y Esaú respondió: Bien llamaron su nombre Jacob, pues ya me ha suplantado dos veces: se apoderó de mi primogenitura, y he aquí ahora ha tomado mi bendición. Y dijo: ¿no has guardado bendición para mí?. Isaac respondió y dijo a Esaú: He aquí yo le he puesto por señor tuyo, y le he dado por siervos a todos sus hermanos; de trigo y de vino le he provisto; ¿qué pues te haré ahora hijo mío? Y Esaú respondió a su padre: ¿No tienes más que una sola bendición padre mío? Bendíceme a mí también padre mío. Y alzó Esaú su voz, y lloró”.

Acá vemos un cuadro de la vida de un varón que tuvo todo para mantenerse en la vida en el primer lugar, y con toda la bendición; pero al despreciar la primogenitura, no se la quitó Jacob, él de su propia voluntad se la vendió, no le puso la espada al cuello, al perder la primogenitura que provino de Dios para él, perdió la bendición de la fe hablada de su padre. Es tan fácil culpar al otro, y quedar sin responsabilidad, pero Dios conoce los corazones, y sus planes de éxito están para los que le aman y aman el destino que ha proviso para ellos; tenemos libertad de decisión, nunca lo olvidemos, pero jamás es para libertinaje, ni para relajarse.

Vemos a Jacob luchando siempre por bendición, logrando jalar sus éxitos de lo sobrenatural, y usándolos acá en la tierra. Claro que lo vemos frente a un tío Labán, a quien sirvió 14 años por la mujer que amaba, éste le engañó hasta decir basta, y terminó el asunto de trampas inocentes en Jacob, aquel día que se encontró con Jesucristo cara a cara, dijo: he visto a Dios cara a cara, y fue librada mi alma”. Allí su nombre fue cambiado de “suplantador” a “el que lucha con Dios, o Dios lucha”. Algo que sí podemos aprender de Jacob es que no se perdió ni una bendición, veamos en Génesis 32:26 “Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré si no me bendices”.

Si nos damos cuenta todo en la vida de Jacob era “bendíceme, bendíceme, bendíceme”, lo pidió a su hermano, le ayudó su madre, le pidió a su padre, y le pidió a Dios. Gloria a Dios por varones y mujeres que luchan por lo que les será útil no sólo en esta vida sino en la eternidad. Valientes de Dios. Claro está que ahora ya somos bendecidos con toda bendición espiritual en Cristo Jesús.

Encontramos después que el nombre de Israel es dado a la nación que Dios formó, proveyó cuidó para El, en el Antiguo Testamento; hasta que en el Nuevo Testamento vemos, sólo tres clases de pueblos: Judíos, Gentiles e Iglesia de Cristo. Tanto Judíos como Gentiles necesitan que la sangre de Jesús los limpie, justifique, provea vida nueva y así puedan ingresar al Reino de Dios; es la Palabra y el Espíritu; es el nacer al Reino de Dios. Saber con toda seguridad y realidad que Jesús resucitó, y porque El vive, nosotros también vivimos.

Dios y Padre gracias porque cada personaje de las Escrituras, son ejemplos a seguir, o nos muestra las características personales de las cuales debemos cuidarnos; entendiendo que el máximo ejemplo es Jesús. Podemos aprender de primogenitura y bendición, es parte de nuestra vida de pacto en Dios; gracias en el Nombre de Jesús.

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