Personaje - Gedeón

Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón esforzado y valiente – Jueces 6:12

Gedeón fue el sexto juez de Israel; Dios proveyó jueces para Israel, dice en Jueces 2:16 “Y Jehová levantó jueces que los librasen de la mano de los que les despojaban; pero tampoco oyeron a los jueces, sino que fueron tras dioses ajenos, a los cuales adoraron; …” Y es que Israel por más que vio la grandeza y maravilla, amor y misericordia de Dios para con ellos, siempre fueron tras dioses ajenos, de tal manera que Dios los llama, adúlteros. Como quien dice: dios que les presentaban, tras tal iban.

Gedeón realmente fue uno que consultó a Dios y oyó las instrucciones de Dios y las hizo. Salvó a Israel de los Madianitas quienes empobrecían a Israel en gran manera. Más Dios le dio toda la estrategia para ganar al enemigo; así lo hizo y ganaron.

También fue uno que quitó el altar de Baal, y cortó la imagen de Asera, casi lo matan, pero Dios se lo había ordenado.

Amados no es justo desde ningún punto de vista ser de los que retroceden y niegan la presencia de Dios en sus vidas, seamos los que oímos a Dios, y hacemos la Palabra, pero en el tiempo difícil, de dificultad, adversidad, no huyamos, no desmayemos en nuestros corazones, y dejemos al Dios de nuestra vida; mucho del Antiguo Testamento fue escrito para amonestación nuestra, para no hacer lo que ellos hicieron. Pero así hay también gratos y grandes ejemplos de vida que son dignos de tomar en cuenta, para vivir en victoria, y comprender que sólo en Cristo hay victoria total.

Confío realmente que con tanta Palabra que es impartida en nuestros tiempos cada uno sea lo suficientemente capaz de aprender a fluir con la Palabra y el Espíritu, y como la ovejita a comer sólo lo bueno, lo que es necesario en su vida, y no como el chivito que come de todo. Dios nos ha dado espíritu de discernimiento, para conocer lo bueno y lo malo, lo hermoso y lo feo, el amor y el odio. Más nosotros venzamos con el bien el mal.

Sobre todo amemos, alabemos, adoremos a Dios nuestro Padre, a Jesucristo nuestro Salvador, Sanador, Prosperador, al Espíritu Santo nuestro Consejero, Consolador y Guía fiel.

Dios y Padre gracias porque la Palabra no nos esconde nada, todo lo revelaste, y es para nosotros saber diferenciar entre el bien y el mal, entre victoria y fracaso; gracias en el Nombre de Jesús.

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