Libres - parte 2

Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud – Gálatas 5:1

Acá Pablo está hablando de ser libres de la esclavitud de la ley, el legalismo, que una vez que somos libres, nos mantengamos firmes en la libertad de Cristo. Jamás lo que te hizo esclavo, cualquier cosa que sea, debería volver a tomar lugar en tu vida, nunca. Una clave vive por el espíritu, donde eres nuevo totalmente, y no vivas por tu conciencia tratando de discernir el bien o el mal.

Veamos algunos tiempos de libertad en el Antiguo Testamento:

Ø Noé y su familia fueron librados del gran diluvio que inundó la tierra, a causa que Noé era hombre justo y obediente delante de Dios.

Ø Lot es librado de la destrucción de Sodoma y Gomorra.

Ø La vida de José es guardada por Dios, y éste guardó la vida de toda su familia frente a gran hambruna.

Ø Israel a causa de la sangre de cordero puesta en el dintel y postes de sus puertas es librado de morir, mientras que en cada casa de los Egipcios los primogénitos murieron, tal como los animales en el campo.

Ø Moisés libera a Israel de Egipto, bajo la poderosa mano de Dios.

Ø El pueblo Judío es protegido milagrosamente de ser exterminados, cuando Mardoqueo y Ester intervienen.

Ø Podemos hablar de las miles de victorias que Jehová de los ejércitos peleó por Su pueblo y los liberó.

Ø David vence a un gigante Goliat cuya vida hubiese dado a lugar que Israel sirva a los filisteos.

Ø Nehemías librando a Jerusalén su pueblo, de grande ruina y oprobio.

Veamos a Jesucristo finalmente con mayor gloria, el unigénito del Padre dando Su vida y sangre por tan grande salvación de la humanidad, esto es para que sea libre, abrió las puertas de la prisión en qué estábamos confinados para declarar que es nuestro Señor y salir corriendo directo al Reino de luz.

Tristemente hay muchísimo allí de tras de esas puertas de prisión, quienes orgullosamente creen que están en el lugar correcto, y no les da la gana de salir, se les presenta la verdad para que puedan ser libres y se mofan, se afirman en su soberbia, son el dios de sus vidas. Otros son tan tradicionales y religiosos que allí morirán, otros su dios es la ciencia, la filosofía, el arte, la vanidad, avanzan en droga, en lascivia, en concupiscencia, en eso se han entrenado y se perfeccionan; no se dan cuenta que su fin es el comparecer en el gran trono blanco, ante el Dios verdadero, que no pasará por alto el gran precio que pagó Jesucristo Su Hijo para nuestra eterna salvación y libertad de las tinieblas. Las puertas fueron abiertas por el Hijo, nadie las puede cerrar, pero sólo entra el que cree y acepta al Hijo a Jesucristo.

Ahora aún en el llamado mundo evangélico, hay tantos que miran y se mofan ante el lumbral de la libertad, no les gusta el Espíritu Santo, se burlan y critican duramente y cruelmente a los hablan en otras lenguas, o a los que bajo las manifestaciones del Espíritu Santo son tocados poderosamente y: quienes bajo Su poder caen, se ríen, corren, saltan, danzan. Tengamos espíritu de discernimiento amados. Y no seamos hallados en falta tan grave.

Amados los que quizás leen algo así por primera vez, PUEDES SER LIBRE HOY, por favor lee Romanos 10:9-11 y hazlo, confiesa y cree, sal de la prisión, sal de las tinieblas; entra al Reino de Luz de nuestro Salvador y Rey. En cuanto a la gente que va a las iglesias evangélicas, y están ciegos en estas áreas del Espíritu Santo, oren Efesios 1:17-23 y sus ojos serán abiertos y recibirán revelación. Y recordemos que ser cristiano es ser de Cristo Jesús.

Dios y Padre gracias porque nos hiciste libres, verdaderamente libres, no sólo libres de tradición y religión, de tinieblas y prisión, sino de toda ignorancia acerca de los asuntos del Espíritu Santo; gracias en el Nombre de Jesús.

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