Toda buena dádiva y todo don perfecto
Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación – Santiago 1:17
El es el motivo de nuestro vivir, nuestro andar, El es el regalo, la dádiva del Padre amado a nuestras vidas, Jesús es el don perfecto para nosotros, porque tanto nos amó el Padre que nos dio el mejor regalo.
Nos ponemos a pensar quizás en las 7 maravillas del mundo, las analizamos y encontramos tanta belleza, tanta masa gris invertida en ellas, y quedamos impactados, oh qué cosas tan bellas que puede crear el hombre. Regalos para la humanidad, para su admiración y gozo, para su distracción e ilusión; y para sus viajes y gastos.
Al pensar en esto, no puedo evitar sacar a flote una maravilla del universo, que es un legado para la humanidad, pero que no muchos estarían dispuestos a tomarla como tal. Una maravilla para admiración y gozo sí, para distracción y sueños, para inversión y ganancia, para vida y eternidad. Y me refiero a un compendio que contiene todo lo que un Fabricante puede escribir, y describir de su obra de arte, aun cuando falla cómo restaurar esta obra, y destinarla a la eternidad. Un compendio que enseña de tres personajes principales: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Y luego contiene la historia de miles de personajes que llegaron a ser héroes de la fe, y que hoy son una inmensa nube de testigos, alentándonos a llegar a la meta como ellos lo hicieron.
Esta maravilla del universo es la Biblia que sin sus tres personajes importantes, sería un libro cualquiera más en el mundo. Pero NO, claro está que es el libro de libros, es el regalo de Dios para la humanidad. Si tendría que ser el jurado que elige en las mesas de oro, cuáles son las maravillas del mundo, la primera sería LA BIBLIA, y luego las otras diseñadas, construidas por manos humanas, y que tienen gran valor para nuestro mundo. Y como Peruana estoy muy agradecida que Macchu Picchu haya sido elegida una de esas 7 maravillas, ese día dimos gloria a Dios. Pero como ciudadana del reino de Dios, comprenderán que la Biblia, las Escrituras son la excelencia de Dios puesta al alcance del hombre. Jesucristo es la Dádiva de Dios, es el Don Perfecto del Padre celestial y lo dio por la humanidad, para volverla al original, por amor. ¡Qué tal maravilla, verdad!
Está para ser descubierta cada segundo del tiempo del año, para tomar vida y vida sobreabundante, para tener las fuerzas de hacer cambios profundos en nuestras vidas. Jesucristo es la Palabra = Jesucristo es el Verbo = La Palabra es el Verbo y El es la Dádiva y Don de Dios.
Posted in: on 25 de diciembre de 2009 at en 2:00 a. m.