Mi Luz


Y dijo Dios: Sea la luz, y fue la luz. Y vio Dios que la luz era buena … – Génesis 1:3,4
En Jesús estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece – Juan 1:4,5

Donde hay luz no hay tinieblas. Siempre digo y creo que el Espíritu Santo me ha hecho ver esta verdad a la perfección: “Cuando Dios dijo – soltó la Palabra creadora, soltó el Verbo que es acción Y FUE LA LUZ”
Recuerdo a mi abuelita, una mujer inteligente y habil en los asuntos de casa y los negocios, en siembra y cosecha, con mucha compasión para la gente de su pueblo y dadora no de pequeñeces sino sobreabundante; pero bajo la ley de la antigüedad en la sierra “la mujer no debe instruirse porque sólo sirve para casarse, servir y tener hijos” ¡qué gran ignorancia! Y confío que muchos varones estén de acuerdo que esto no fue bueno para esos tiempos, menos para los nuestros. Cómo criar hijos siendo ignorantes. Pero en fin; yo enseñaba a mi abuelita el mapa del mundo entero y le mostraba los Continentes y en verdad su mente estaba oscura o vacía por falta de conocimiento, no me entendía ni pío. Llegué al punto de llorar de compasión por ella, porque no entendería nunca lo que le explicaba.
Asimismo, recuerdo el día que le presenté a Jesús el Salvador y cómo la luz entró en ella, recibió esa luz verdadera y sé que está en el cielo, gozando de la presencia de su Salvador al igual que mi abuelito. Y aunque hubo poco tiempo para darle conocimiento, lo que recibió fue mucha luz como para conocer el camino al Padre y no extraviarse. No conoció los Continentes, pero conoció lo mejor de la vida, la luz para recorrer el mejor camino a la eternidad.
Bien continuemos que esto está delicioso, una cosa es tener luz para recibir la instrucción del Colegio, de la Universidad, y tener post grados y maestrías; otra muy diferente es tener la luz que nos da Jesús, cuando lo recibimos como nuestro Salvador personal. Nuestra vida es completamente alumbrada, iluminada, constante luz; que nosotros nos convertimos en luz para compartirla con muchos otros en este mundo. Y LA LUZ ES LA VIDA DE LOS HOMBRES. No conocer mucho o poco de las ciencias, letras, tecnología, etc., no te impedirá entrar al cielo y a la eternidad de la luz de Dios; no digo que no estudien, háganlo y bien; pero ser ignorante de las cosas eternas, de la Palabra viva de Dios, eso sí afecta nuestra eternidad.
Donde hay luz de Dios, hay vida en abundancia, la Palabra es viva y eficaz, las enfermedades, dolencias, huyen de la luz, la Palabra alumbra nuestra mente, nuestro camino y saca de en medio la escasez, la falta, los desperfectos, la luz trae orden.
Confío que aprecien la luz de Dios en sus vidas, y el milagro de ser luz para este mundo.
Los que saben lo que es esta luz, pues escríbannos y les ayudaremos, Jesús la luz verdadera, la fuente real dio Su vida por cada uno de la humanidad.

Dios y Padre gracias nos dices que somos luz para este mundo, porque lámpara es a nuestros pies Tu Palabra y lumbrera a nuestro camino. El camino que nos lleva a Ti, está tan lleno de luz que no podemos perdernos; gracias en el Nombre de Jesús.

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