Mi Libertador


Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud – Gálatas 5:1

Estamos muy agradecidos por Don José de San Martín que proclamó la Independencia del Perú, por Don Simón Bolívar que ayudó en la lucha de nuestra Independencia. Y podemos cantar “Somos libres” que gozo vivir en un país libre amados, oramos y declaramos que seguirá libre y que ninguna maquinación del enemigo tiene poder para privar a Perú de su libertad, damos gracias por los Presidentes que mantuvieron y mantienen esa libertad. Libres de ser esclavos de algún otro país. Alguna mente dirá por ahí – siempre somos esclavos de alguien o de algo. Si lo piensa le damos la razón. Puede ser del trabajo, de la familia, de un hombre, de una mujer, de la droga, del dinero, de pastillas, del hospital, etc., sigan la lista.
Más que los libertadores de los países y naciones en esta tierra, reconozcamos hoy al Libertador de libertadores. El nació en Israel cuando estaba bajo el poder de Roma, al inicio de su ministerio, sus compatriotas creyeron que los sacaría de esa esclavitud y que los haría libres, la mente de ellos estaba puesta en el gobierno terrenal que los avasallaba, lo odiaron y lo persiguieron hasta matarlo, pero Jesús había venido para sacarnos del peor poder bajo el cual un hombre o mujer puede estar; el poder de Satanás, quien al poner al hombre (éste se entregó voluntariamente) bajo su dominio, tomó todo lo que Dios dio al hombre, y lo hizo suyo; haciendo al hombre partícipe de toda maldición, pecado, enfermedad, dolencia, escasez, pobreza, condenación, culpa, temor, complejos de inferioridad, orgullo, soberbia, muerte, y hasta un lugar en común el Infierno y finalmente el Lago de Fuego; los cuales no fueron hechos para el hombre sino para Satanás y sus demonios.
Lo único que hace libre a un hombre o mujer es la VERDAD de la Palabra de Dios, es la única verdad de la cruz y de la resurrección que hace al hombre y mujer libre del yugo, del imperio, del poderío de Satanás. Cuando eres libre tienes tu propia vida, nombre, propósito, estructura, organización, visión, misión, y tus propios sueños; y es más tienes quien esté a tu favor con gracia, misericordia y amor.
Jesús, Dios tu Padre, y el Espíritu Santo nunca te esclavizarán respetarán tu libre albedrío, que por tu voluntad propia aceptes la ayuda de ellos, puedes ver a algunos que un día fueron hijos de Dios, hasta grandes predicadores, pero que un día decidieron rechazar a Cristo y volver como el perro a su vómito, y volvieron al yugo y poderío de Satanás voluntariamente. Lo digo para que entiendan que Dios no nos mete en una cárcel sin salida, y en sus redes nos mantiene, de ninguna manera Dios no tiene cárcel ni redes, “a libertad te llama, no a esclavitud”.
Dios Padre dio por amor a Jesucristo para que todo aquel que en El crea, tenga vida eterna, deje la vida de muerte y sea libre para alabarle y bendecirle, para que goce de toda la bendición, promesas y herencia que preparó para los que le aman. Tenemos la falsa idea que amar es amarrarse a alguien, sólo existe el verdadero amor que nunca falla y nunca deja de ser donde hay libertad. Sin libertad hay pasión, sentimientos y emociones diversas que conducen a la esclavitud. Dios es amor, sin El no existe el amor.
Jesucristo te hizo libre, dice Su Palabra que “conocerás la verdad, y la verdad que conoces te hará libre” El es tu LIBERTADOR, El es el verdadero amor de tu vida, El es tu vida, El es el todo de tu ser. Al recibir a Jesucristo como tu salvador personal,
lo recibiste todo para ser libre.
Hoy puedes proclamar tu libertad. ¡Jesús me hizo libre! Te aseguro que hoy eres libre de muchas cosas. Y para los que no conocen esta libertad sólo Jesús te la puede dar. Queremos ayudarte tienes nuestro e-mail ubícanos o en
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Dios y Padre gracias, hoy te quiero dar las gracias por ser libre por la eternidad, fue mi decisión y la será siempre, y te doy las gracias por todos los jóvenes, niños y adultos que hoy pueden conocer a su Libertador; gracias en el Nombre de Jesús.

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