No cierres el reino de los cielos


… ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios Mateo 12:28

Todo reino tiene un rey, y el Rey del reino de los cielos o el reino de Dios tiene un Rey llamado Jesús; El es el Rey de reyes y Señor de señores. Cuando Jesús nació Herodes estaba celoso, molesto, porque creyó que venía a quitarle su dominio en Israel; y fue tan bobo que se convirtió en asesino de miles de bebés; Jesús vino a plantar en esta tierra el reino de Dios, y lo hizo con sublime éxito.

En Mateo 23:13 Jesús dice a los escribas y fariseos: “Mas ¡hay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando”. Fuerte muy fuerte esta reprimenda, quizás les ayude a entender esto que les recordaré, la gente dice: “eres como perro del hortelano que no come, ni deja comer”.

Como hijos de Dios, como ciudadanos del Reino de los Cielos, nuestro anhelo es que todos, no que muchos, todos entren a nuestro Reino, este nuestro reino no es comida, ni bebida, sino justicia, gozo y paz. Queremos que todos gocen de lo existe en el reino, hay sobreabundancia de todo lo espiritual, pero también esta sobreabundando en cosas, promesas, que son sí y amén para los que creemos en Jesucristo. Jamás El gozaría de algo que nosotros no podríamos gozar.

Jesús abrió las puertas del reino de los cielos, nadie las puede cerrar, abrió la entrada al lugar de adoración al Padre, nadie la puede cerrar u obstruir es un camino limpio; somos ciudadanos que adoramos a nuestro Padre, le amamos.

Y en esta fecha de navidad podemos tomar el ejemplo de los reyes magos que vinieron al pesebre y solamente vinieron para ofrendar y adorar. No vinieron a comprar, a comer pavo, a hacer fiesta. Vinieron por Jesús, trayendo valores preciados, y a rendirle adoración. ¿Qué haremos en esta navidad? Independiente que sea o no la fecha exacta en que nació Jesús, ¿nuestras compras y regalos coparán nuestro corazón y tiempo? O lo que anhelarán nuestros corazones es ofrendarle y adorarle. Todo lo que puedas dar proviene de tu vida y tus fuerzas, cuando lo das a tu creador, encontrarás que El es fiel recompensador.

Seamos la gente conciudadana del reino de los cielos, que ayuda a otros a entrar en el reino sin cerrarle la puerta. No seamos como los saduceos y fariseos. Jesús nos dijo que toda potestad le había sido dada en los cielos y en la tierra, por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones. PUES HAGÁMOSLO.

Dios y Padre gracias por la vida que recibimos en Jesús, oro que en nuestro Perú y cada nación del mundo, hayan obreros que abren las puertas de los cielos para que todo hombre pueda entrar a ofrendar y a adorar al Rey de reyes y Señor de señores; gracias en el Nombre de Jesús.

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