He acabado la Carrera
He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe – II Timoteo 4:7
Leamos las siguientes Escrituras: II Timoteo 2:5 “Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente”; vrs. 4 “Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado”; He.12:1-2 “Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor vuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe … “
Luchemos legítimamente en todo lo que emprendemos en la vida, logremos nuestra corona. Los niños asisten al colegio desde el primer año van recibiendo promociones y premios. Así hasta terminar su secundaria, luego su profesión y todo es una lucha por alcanzar metas. Esto significa la lucho para ser feliz, para tener para mí. Bueno la carrera de atleta en el reino de Dios, se corre bien y con más razón legítimamente, porque hay una corona que ganar.
Y Dios nos enseña en Su Palabra cómo correrla:
Ø Libres de peso y pecado
Ø Con paciencia
Ø Nuestros ojos en la meta fija y es en Jesús
Ø Luchamos legítimamente
Ø Sin enredarse en los negocios de esta vida
Ø Agradando a Aquel que nos salvó y libertó
Ø Otros tuvieron éxito, nosotros también
Ø Jesús ya corrió la misma carrera, pasó obstáculos, fue tentado, y al final fue hallado FIEL
En una oportunidad Pedro estaba mirando a Jesús ante Su orden VEN y bajó de la barca, caminó sobre el mar, pero de pronto empezó a mirar las olas, a sentir el viento recio, y comenzó a hundirse; más Jesús lo salvó y regresaron juntos a la barca caminando sobre las aguas. Es igual con nosotros no debemos perder nuestra meta, quitar nuestro mirar fijo en Jesús para distraernos en las cosas que el mundo nos presenta, muchos lo han hecho y han fallado tristemente. No lo ven en el instante, la brecha crece y crece hasta que el enemigo los hace caldo de rana, la rana jamás sabrá que ya es caldo. Confío lo entiendan.
Vale larga y eternamente vivir una vida, corriendo la carrera que Jesús nos ha puesto por delante, puedes correr cualquier otra no llegarás jamás a esta maravillosa meta, que te lleva junto a tu Padre celestial por toda la eternidad. Te lleva al supremo premio.
Vale el esfuerzo tremendo correr nuestra carrera con bien, y recibir la corona y coronas que están esperando por nosotros. Puedas decir cual Pablo: He acabado la carrera.
Posted in: on 28 de diciembre de 2009 at en 2:25 a. m.