Nación Santa

Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio … – I Pedro 2:9

Dios prometió a Abraham en Génesis 12:2-3 “Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre y serás bendición … y serán benditas en ti todas las familias de la tierra
Antiguo Testamento a.C. Nuevo Testamento d.C.
Ø Haré de ti una Nación Grande > Vosotros sois Nación Santa
Ø Y te bendeciré > Nos bendijo con toda bendición
Ø Engrandeceré tu nombre > Somos de Cristo, Nombre sobre
todo nombre
Ø Serás bendición > Id por todo el mundo y haced …
Ø Todas las familias de la tierra > Para ser uno en Cristo, como El
y el Padre son UNO para que el
mundo crea
Es por eso que somos Embajadores en el Nombre de Cristo, para reconciliar al mundo con El, predicando el mensaje de fe y salvación; para que todos procedan al arrepentimiento. Se nos ha encargado la Palabra de Reconciliación, y con ello fuimos hechos Ministros (servidores, dadores) de Reconciliación.
Damos el mensaje, proclamamos el mensaje, proclamamos a Cristo Jesús, damos lo que tenemos, lo que de gracia recibimos, Pedro dijo al hombre paralítico en la puerta de La Hermosa, “Lo que tengo te doy, en el Nombre de Jesús levántate y anda” le dio la unción que habilitó al hombre a pararse sobre sus pies, porque sus tobillos se afirmaron, recibieron salud y perfección de Jesús por el poder del Espíritu Santo. Y el hombre anduvo, y entró saltando a la Iglesia.
Una nación crece, y la promesa fue de una NACION GRANDE, esa nación grande es de santos lavados en la sangre del Cordero de Dios, limpiados y emblanquecidos en esa sangre preciosa, inocente sin pecado. Sangre que justifica, que deja al ser humano más malvado y pecador profesional, en un hombre sin pecado, sin condenación, sin culpa, DECLARADO LIBRE para vivir una vida sólo para Dios.
Esta Nación Grande y Santa tiene las puertas abiertas para que cualquiera que confiesa a Jesucristo como su salvador pueda entrar. Y debemos decirlo Jesús es la puerta, es la puerta y es el camino al Padre.
Qué importante amados saber qué hemos sido hechos, y para qué, lo que yo soy puedo transferirlo a otros y ellos también pueden ser como Jesús en mí, TU PUEDES SER ESA NACION SANTA SI NO AÚN NO LO ERES.

Padre celestial gracias porque todas Tus promesas son sí y amén, gracias por el poder del Espíritu Santo para lograr que esas promesas sean hechas, en el Nombre de Jesús.

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