Salvación y Seguridad

He aquí Dios es salvación mía; me aseguraré y no temeré … – Isaías 12:2

Todo hombre, mujer busca seguridad. Seguridad financiera es lo primero que buscan, dinero es lo máximo y es la riqueza del hombre ordinario sin Dios. Tienen dinero, no pueden dormir, no pueden vivir en paz, pero eso es lo que creyeron que les traería la felicidad, el mundo busca la felicidad que es una meta, donde no se conoce a Dios, no se conoce paz, amor, perdón. Por dinero las familias se separan, los amigos se distancian, los corazones se ensucian con infinidad de maquinaciones, argumentos, salen las mejores películas de gansters, de criminales, de ambiciones, de prostitución, de orgullo y soberbia.

¿En qué termina su seguridad ordinaria? En depresión, enfermos de los nervios, del corazón y del cerebro. No estoy contando una historia de terror, aunque bien le viene el título porque todo esto proviene del diablo actuando en el hombre y mujer como sus siervos.

Porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de dolores - I Timoteo 6:10. Qué triste buscar una seguridad que extravía de la fe, a los que están en la fe (cuidado), y encima son traspasados de dolores. No que el dinero es malo como ya lo dijimos nos moral, ni amoral.

¿Qué es seguridad según Dios?, empieza en la salvación, empieza no en el cuerpo, no en la cartera o billetera, empieza en el hombre interior, salvándolo, dándole un nuevo espíritu, un nuevo corazón, rescatándolo del camino al infierno, a la muerte eterna; y es cuando el hombre nace del agua (Palabra) y del Espíritu y entra al Reino de Dios, trasladado, ese traslado, el ingreso al Reino de Dios, un nuevo espíritu, un nuevo corazón, la clase de vida de Dios en la persona fue pagado por la vida y la sangre de Jesús en la cruz. Allí en esa vida, en esa sangre, en ese sacrificio, está nuestra seguridad.

He aquí Dios es salvación mía: porque El lo es me aseguraré y no temeré, porque mi fortaleza (fuerza, potencia, poder, habilidad) y mi canción (gozo, alegría, danza, rejocijo) es Jah Jehová, Quien ha sido salvación para mí. Sacaréis con gozo aguas de las fuentes de la salvación” – Isaías 12:2,3. Con confianza puedo sacar aguas de las fuentes. Puedo sacar la Palabra de las fuentes celestiales, de Mi Padre, Mi Salvador Jesucristo y del Espíritu Santo.

Mi Dios sacia, suple todas mis necesidades conforme a Sus riquezas en gloria, en mis fuentes provistas no hay envidia, no hay odio, no hay ambición, no hay retención; fluye la sobreabundancia, fluye el amor, fluye la paz, fluye el perdón, fluye la vida zoe, fluyen las riquezas; fluye la bendición; fluye la sanidad; fluye la medicina para todo mi cuerpo.

Decide por la seguridad del Salvador, decide por la seguridad que te dio Tu Padre celestial al entregar a Su Hijo por ti para que por El seas salvo, decide que sea Tu proveedor por excelencia, no en tus fuerzas, no busques que tu fuente sea terrenal, siendo tu un sobrenatural, un espíritu por excelencia unido, ligado al Espíritu Santo de Dios, de donde proviene tu sabiduría, tu revelación, tu luz que alumbra los ojos de tu entendimiento para que sepas TODO lo que te ha sido concedido.

Padre celestial gracias , gracias por tanta seguridad, por esta salvación tan grande, por Tu provisión, por Tu limpieza en todo Tu obrar, gracias en el Nombre de Jesús.

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