La Gran Comisión
Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto id, y haced discípulos en todas las naciones, bautizándolos … enseñándoles … – Mateo 28:18-19
Jesús venció a Satanás aquel que obra que opera en el hombre para que peque, enferme, sea maldito y muera para siempre. Nuestro problema ya no es entonces Satanás ni sus demonios, ni el pecado. Ya no tenemos problema, tenemos un trabajo que realizar, tenemos que estudiar y trabajar, tenemos que andar como más que vencedores, siempre en triunfo, siempre en victoria, de gloria en gloria, de poder en poder.
Estudiamos la Palabra de Dios, nos llenamos de esa comida espiritual, de esa medicina para nuestro cuerpo, de la riqueza de Dios para prosperar, pero también encontramos que nos fue dada potestad, poder, autoridad, para predicar las Buenas Nuevas, el glorioso Evangelio de Cristo. Porque el anhelo de Dios es que todo hombre se arrepienta, y vuelva a Dios, y El ha comprometido Su amor, y por Su amor Su Hijo amado para que todos podamos ser salvos. Dios ha desatado fe (creer), y vida eterna para ganar al hombre.
En Juan 3:16 dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que en El cree, no se pierda, más tenga vida eterna. Porque no envió Dios a Su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El”.
¿Qué necesitamos hacer entonces? . Escudriñemos lo que dice en Romanos 10:
Vr.14 ¿cómo, pues, invocarán a Aquel en el Cuál no han creído?
¿Y cómo creerán en Aquel de Quien no han oído?
¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?
Vr.15 ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados?
Amados es nuestra responsabilidad estar preparados para responder en amor a estas preguntas. Eres tú y soy yo, somos responsables.
En estos versículos de tantas preguntas, encontramos su solución en el amor eterno e incondicional de Dios, la fe y vida eterna entregadas en Cristo Jesús, y la orden de Mateo: os doy potestad, id, haced discípulos, bautizando, enseñando, más la promesa “… he aquí Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”
Gloriosa y maravillosa comisión, los cómo de Romanos 10, los respondemos así : “aquí estoy Señor envíame a mi” Somos los discípulos de hoy, que nos preparamos, para salir y cosechar lo que muchos otros han trabajo sembrando la preciosa semilla de la Palabra, o en muchos otros nosotros sembramos y cosechamos u otros cosecharán. Pero no hay pierde.
Yo quiero cumplir mi “gran comisión” los tiempos no son buenos para este mundo, pero sí para nuestro Reino, todos los días son días de siembra y cosecha, cuanto más semilla tengamos en nuestros almacenes (la Buena Palabra de Dios) más sembraremos, y produciremos al ciento por uno, lo máximo.
Padre celestial gracias, estoy dispuesto a ir, recibí Tu poder, soy poderoso y en ese poder me dispongo a predicar a tiempo y fuera de tiempo, siempre caminaré mi milla adicional, nadie que pase por mi presencia, o se cruce en mi camino quedará sin conocer de Tu verdad y de la obra consumada en la cruz por Jesucristo Señor nuestro, gracias Espíritu Santo porque Tú me ayudarás a cumplir mi misión en esta tierra de los vivientes, para que vayan vivos a la eternidad y nunca pasen a la muerte segunda y sean echados al lago de fuego eterno, estoy dispuesto a cambiar sus destinos, al destino de gracia que has provisto para ellos; gracias en el Nombre de Jesús.
Posted in: on 21 de abril de 2010 at en 2:00 a. m.