Añadid al Amor Fraternal Amor
…, añadid a vuestra fe, virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor … – II Pedro 1:6
¿Qué diremos de todo lo que se habla del amor en I Corintios 13? Ese es el amor de Quien sabemos que: DIOS ES AMOR. I Juan desarrolla tan bien el amor de Dios y el amor a los hermanos y al prójimo. En I Corintios 13 encontramos: “y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor pero el > mayor de ellos es el amor”. Y dice que aunque tengamos toda la fe, y no tenemos amor NADA somos.
Pues despidámonos de ser nadie, somos alguien que lleva la presencia de Dios, somos el templo del Espíritu Santo de Dios. Dios Padre por amor dio a Su Unigénito Hijo, el Hijo por amor se entregó por nosotros para proveernos Su sangre preciosa el precio de nuestra redención, para así darnos Vida y Vida en abundancia, darnos paz y bienestar y hacernos herederos sobreabundantes; para señorear y fructificar; por amor nos envió al Espíritu Santo para ser consolados, aconsejados y guiados en toda la verdad; para no estar solos ni huérfanos. El amor de Dios pone límites entre nosotros y el pecado, entre nosotros y la causa principal de toda maldad, el enemigo; Su sangre preciosa nos limpia, Su poder nos da la potencia para vivir la realidad de la Palabra en esta tierra.
Nosotros añadimos a la fe, amor, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones, para que con toda sabiduría, añadamos, añadamos y añadamos lo que es necesario a esa fe nacida y levantada en nosotros. Recuerden siempre que no podemos hablar de amor sin perdón, van juntos, Dios nos amó, y nos perdonó; fue por amor. Un cántico del siglo pasado, dice: “no me mueve oh Dios el amarte, el terror al infierno tan temido, ni el cielo tan anhelado, muéveme oh Dios el inmenso amor con que me has amado”. Sí, así es, amén, muéveme oh Dios Tu amor incomparable, Tu eterno amor, Tu amor compasivo, Tu amor sabio, Tu amor misericordioso, Tu amor excelente, Tu amor inmenso no tiene profundidad, anchura ni altura; sólo es inmenso, inmensurable, sublime.
Todos los poetas han surtido amor, con odio, con sufrimiento, con sacrificio; Dios personalmente no nos pide ningún sufrimiento, sacrificio, o dolor; El mismo envió a Su hijo para cumplir todo esto por nosotros, ahora si nos duele dejar de hacer los deseos de la carne, y tenemos que sacrificar eso para agradar a Dios, pues como dicen por tu bien, hazlo no te queda otra.
Entendamos el Padre nos ama, Jesucristo nos ama, el Espíritu Santo nos ama, el amor no hace daño, no busca lo suyo, no se envanece, no tiene envidia, no tiene celos. Lo que podemos decir en una expresión “HACE BIEN A OTRO”.
Pensando y revisándonos ¿cómo estamos aplicando, el amor que Dios ha derramado en nuestros corazones? Dejemos este canal del amor limpio, y fluyendo en forma continua a Dios y al prójimo, esto es TU ESTAS BIEN YO ESTOY BIEN; porque el amor no hace mal a nadie.
Dios y Padre gracias por la preciosa responsabilidad que nos has dado de AÑADIR a la fe, tantos valores y principios eternos para nuestra vida, así hacemos bien a la familia de la fe principalmente, y también al prójimo, nos disponemos a añadir todo lo que se nos pide y vivir en armonía con la buena Palabra de fe, e ir siempre de victoria total en victoria total, de gloria en gloria, conociendo cómo hemos sido equipados, y gracias por el Espíritu de verdad, y toda revelación conforme al conocimiento de la verdad.; gracias en el Nombre de Jesús.
¿Qué diremos de todo lo que se habla del amor en I Corintios 13? Ese es el amor de Quien sabemos que: DIOS ES AMOR. I Juan desarrolla tan bien el amor de Dios y el amor a los hermanos y al prójimo. En I Corintios 13 encontramos: “y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor pero el > mayor de ellos es el amor”. Y dice que aunque tengamos toda la fe, y no tenemos amor NADA somos.
Pues despidámonos de ser nadie, somos alguien que lleva la presencia de Dios, somos el templo del Espíritu Santo de Dios. Dios Padre por amor dio a Su Unigénito Hijo, el Hijo por amor se entregó por nosotros para proveernos Su sangre preciosa el precio de nuestra redención, para así darnos Vida y Vida en abundancia, darnos paz y bienestar y hacernos herederos sobreabundantes; para señorear y fructificar; por amor nos envió al Espíritu Santo para ser consolados, aconsejados y guiados en toda la verdad; para no estar solos ni huérfanos. El amor de Dios pone límites entre nosotros y el pecado, entre nosotros y la causa principal de toda maldad, el enemigo; Su sangre preciosa nos limpia, Su poder nos da la potencia para vivir la realidad de la Palabra en esta tierra.
Nosotros añadimos a la fe, amor, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones, para que con toda sabiduría, añadamos, añadamos y añadamos lo que es necesario a esa fe nacida y levantada en nosotros. Recuerden siempre que no podemos hablar de amor sin perdón, van juntos, Dios nos amó, y nos perdonó; fue por amor. Un cántico del siglo pasado, dice: “no me mueve oh Dios el amarte, el terror al infierno tan temido, ni el cielo tan anhelado, muéveme oh Dios el inmenso amor con que me has amado”. Sí, así es, amén, muéveme oh Dios Tu amor incomparable, Tu eterno amor, Tu amor compasivo, Tu amor sabio, Tu amor misericordioso, Tu amor excelente, Tu amor inmenso no tiene profundidad, anchura ni altura; sólo es inmenso, inmensurable, sublime.
Todos los poetas han surtido amor, con odio, con sufrimiento, con sacrificio; Dios personalmente no nos pide ningún sufrimiento, sacrificio, o dolor; El mismo envió a Su hijo para cumplir todo esto por nosotros, ahora si nos duele dejar de hacer los deseos de la carne, y tenemos que sacrificar eso para agradar a Dios, pues como dicen por tu bien, hazlo no te queda otra.
Entendamos el Padre nos ama, Jesucristo nos ama, el Espíritu Santo nos ama, el amor no hace daño, no busca lo suyo, no se envanece, no tiene envidia, no tiene celos. Lo que podemos decir en una expresión “HACE BIEN A OTRO”.
Pensando y revisándonos ¿cómo estamos aplicando, el amor que Dios ha derramado en nuestros corazones? Dejemos este canal del amor limpio, y fluyendo en forma continua a Dios y al prójimo, esto es TU ESTAS BIEN YO ESTOY BIEN; porque el amor no hace mal a nadie.
Dios y Padre gracias por la preciosa responsabilidad que nos has dado de AÑADIR a la fe, tantos valores y principios eternos para nuestra vida, así hacemos bien a la familia de la fe principalmente, y también al prójimo, nos disponemos a añadir todo lo que se nos pide y vivir en armonía con la buena Palabra de fe, e ir siempre de victoria total en victoria total, de gloria en gloria, conociendo cómo hemos sido equipados, y gracias por el Espíritu de verdad, y toda revelación conforme al conocimiento de la verdad.; gracias en el Nombre de Jesús.
Posted in: on 27 de junio de 2011 at en 2:00 a. m.