El mudo habló
Y echado fuera el demonio, el mudo habló; y la gente se maravillaba, y decía: Nunca se ha visto cosa semejante en Israel – Mateo 9:33
Encontramos acá uno que trajeron a Jesús, a un mudo endemoniado; Jesús no gastaba tiempo, ni desperdiciaba tiempo; a Satanás y sus demonios los trataba rapidísimo: “apártate de Mi Satanás”, o “sal fuera”, “id”, o “calla enmudece” etc. Impactante ¿verdad? ¡Claro que lo es!. Su tiempo estaba invertido en enseñar, predicar y sanar. Si visitaba a Sus amigos, les enseñaba, predicaba, sanaba, resucitaba; si comía con pecadores, les enseñaba, predicaba, perdonaba; a Sus discípulos, enseñaba, predicaba, servía.
Y claro está que éste tenía un demonio que lo mantenía mudo, y ningún demonio resiste la presencia de Jesús, lo echó fuera y el mudo habló. Átale la lengua a alguien y cuéntame si habla, de ninguna manera. Pero suéltasela y verás ¡qué loro como habla!. Qué bueno es Jesús, por eso se dice de El, en Hechos 10:38 “Y cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder, a Jesús de Nazaret, y cómo Este anduvo haciendo bienes, y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con El”. Y acá dice que la gente se maravillaba, en todo tiempo ante un milagro así, la gente se maravillará.
Mientras la gente se maravillaba, y decía: nunca se ha visto cosa semejante en Israel; los fariseos alucinaban bajo opresión demoniaca seguramente, qué feos en realidad. Señor amado ayúdanos con nuestra actual sociedad en cualquier País del mundo. Nos alentamos sabiendo que en estos postreros tiempos la cosecha es y será grandiosa.
Qué alegría pensar en todo: lo que tendrá que decir un ex-mudo, todo lo que tendrá que ver un ex-ciego, todo lo que anhelará oír un ex-sordo y así otros ex.
Así vemos también en Mateo 12:22-23 “Fue traído a Jesús un endemoniado, ciego y mudo; y le sanó, de tal manera que el ciego y mudo veía y hablaba” Recordemos que el ambiente en que se movía y se mueve Jesús es lleno de sanidad, salud divina, esa clase de vida de Dios; es por eso que cuando Jesús encontraba enfermedad o dolencia, o escasez y pobreza la detectaba inmediatamente y la devolvía al dueño de todo esto a Satanás.
Los fariseos en cambio acostumbrados a ver a través del legalismo, sus tradiciones, creyendo que saben mucho, y que su ley y profetas los respaldan, hicieron mofa de Jesús y sus mentes eran asesinas porque lo único que querían era matarlo. No les interesaba si la gente estaba enferma, doliente, pobre; tenían sus propios intereses, uno de ellos juzgar bajo sus reglas. Damos gracias a Dios por Su infinito y eterno amor con que nos amó que envió a Su Hijo para salvarnos, libertarnos, sanarnos, enriquecernos y justificarnos, para vivir en santidad y dándole la gloria y la honra solamente a El.
Dios y Padre gracias por la obra consumada de la cruz y la resurrección, gracias por el poder del Espíritu Santo que opera y actúa en nosotros; Padre amado sabemos que todo aquel que en este momento se encuentre enfermo, con dolencia, o con escasez, declaramos que por Jesucristo la Palabra viva y eficaz que está leyendo, por cuya herida fuimos sanados, y la Palabra nos liberta de toda ruina, ahora mismo quedan libres y sanos en el Nombre de Jesús para iniciar una vida de éxito, tomando el destino que Tú has preparado para ellos; gracias en el Nombre de Jesús.
Encontramos acá uno que trajeron a Jesús, a un mudo endemoniado; Jesús no gastaba tiempo, ni desperdiciaba tiempo; a Satanás y sus demonios los trataba rapidísimo: “apártate de Mi Satanás”, o “sal fuera”, “id”, o “calla enmudece” etc. Impactante ¿verdad? ¡Claro que lo es!. Su tiempo estaba invertido en enseñar, predicar y sanar. Si visitaba a Sus amigos, les enseñaba, predicaba, sanaba, resucitaba; si comía con pecadores, les enseñaba, predicaba, perdonaba; a Sus discípulos, enseñaba, predicaba, servía.
Y claro está que éste tenía un demonio que lo mantenía mudo, y ningún demonio resiste la presencia de Jesús, lo echó fuera y el mudo habló. Átale la lengua a alguien y cuéntame si habla, de ninguna manera. Pero suéltasela y verás ¡qué loro como habla!. Qué bueno es Jesús, por eso se dice de El, en Hechos 10:38 “Y cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder, a Jesús de Nazaret, y cómo Este anduvo haciendo bienes, y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con El”. Y acá dice que la gente se maravillaba, en todo tiempo ante un milagro así, la gente se maravillará.
Mientras la gente se maravillaba, y decía: nunca se ha visto cosa semejante en Israel; los fariseos alucinaban bajo opresión demoniaca seguramente, qué feos en realidad. Señor amado ayúdanos con nuestra actual sociedad en cualquier País del mundo. Nos alentamos sabiendo que en estos postreros tiempos la cosecha es y será grandiosa.
Qué alegría pensar en todo: lo que tendrá que decir un ex-mudo, todo lo que tendrá que ver un ex-ciego, todo lo que anhelará oír un ex-sordo y así otros ex.
Así vemos también en Mateo 12:22-23 “Fue traído a Jesús un endemoniado, ciego y mudo; y le sanó, de tal manera que el ciego y mudo veía y hablaba” Recordemos que el ambiente en que se movía y se mueve Jesús es lleno de sanidad, salud divina, esa clase de vida de Dios; es por eso que cuando Jesús encontraba enfermedad o dolencia, o escasez y pobreza la detectaba inmediatamente y la devolvía al dueño de todo esto a Satanás.
Los fariseos en cambio acostumbrados a ver a través del legalismo, sus tradiciones, creyendo que saben mucho, y que su ley y profetas los respaldan, hicieron mofa de Jesús y sus mentes eran asesinas porque lo único que querían era matarlo. No les interesaba si la gente estaba enferma, doliente, pobre; tenían sus propios intereses, uno de ellos juzgar bajo sus reglas. Damos gracias a Dios por Su infinito y eterno amor con que nos amó que envió a Su Hijo para salvarnos, libertarnos, sanarnos, enriquecernos y justificarnos, para vivir en santidad y dándole la gloria y la honra solamente a El.
Dios y Padre gracias por la obra consumada de la cruz y la resurrección, gracias por el poder del Espíritu Santo que opera y actúa en nosotros; Padre amado sabemos que todo aquel que en este momento se encuentre enfermo, con dolencia, o con escasez, declaramos que por Jesucristo la Palabra viva y eficaz que está leyendo, por cuya herida fuimos sanados, y la Palabra nos liberta de toda ruina, ahora mismo quedan libres y sanos en el Nombre de Jesús para iniciar una vida de éxito, tomando el destino que Tú has preparado para ellos; gracias en el Nombre de Jesús.
Posted in: on 27 de septiembre de 2011 at en 1:10 a. m.
