Cosas que se ven y que no se ven


No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que NO se ven; pues las cosas que no se ven son eternas – II Corintios 4:18
Solamente hay dos clases de cosas: (1) las que se ven y son temporales, y (2) las que NO se ven y son eternas.
Colosenses 3:1 dice: “Buscad las cosas de arriba” eso significa las cosas que no se ven con los ojos naturales; los espirituales, que han nacido de nuevo, que han sido trasladados de las tinieblas a la luz admirable de Cristo, pueden ver las cosas que están allí donde Cristo está sentado, porque hay delicias a la diestra del Padre, esas son cosas buenas y agradables. Los resucitados con Cristo pueden ver lo que otros temporales o carnales o naturales NO ven.
Las cosas naturales o terrenales tal como: fornicación, impurezas, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia que es idolatría, son cosas que atraen la ira de Dios. La Palabra nos insta a dejar estas cosas y estas otras: ira, enojo, malicia, blasfemia, mentira, palabras deshonestas de la boca; de tales cosas nos insta a despojarnos, porque todas estas y otras que no hemos mencionado pertenecen al viejo hombre con sus hechos.
Pero todas aquellas cosas que no se ven como: santidad, gozo, amor y misericordia entrañables, benignidad, humildad, mansedumbre, paciencia, longanimidad, perdón y soportarse unos a otros, paz de Dios que gobierne vuestros corazones, la Palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, espíritu enseñable, exhortándose en toda sabiduría, alabanza, honra, oración y acciones de gracias, tener siempre palabra con gracia, sazonada con sal, respondiendo bien a cada uno. Siendo llenos de todo el conocimiento de Su voluntad, en toda sabiduría e inteligencia espiritual. Llevando fruto en toda buena obra, creciendo en el conocimiento de Dios, fortalecidos con todo poder conforme a la potencia de Su gloria.
Así sabemos que todas estas cosas pertenecen a la vida y la piedad. Hemos huido, escapado de la corrupción que hay en el mundo. Antes en todas estas cosas que se nos presenta en el mundo somos más que vencedores por medio de Aquel que nos amó.
Los literatos y pintores llamarían lo abstracto, lo que no se ve, pero se ha escrito mucho y se ha pintado mucho, ¡qué gracioso verdad! Bien ha llegado la hora y siempre ha sido la hora pensándolo bien, de dar a conocer lo sobrenatural lo que no se ve. Hebreos 11:3 dice algo tremendo y eterno “porque lo que SE VE fue hecho de lo que NO SE VEÍA” (sustancia espiritual) y aquí entra a tallar la fe, versículo 1 “Ahora pues, la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que NO SE VE” Así como en el mundo natural tu respiras el aire sin pensar, sin meditar, sin esforzarte, pues igual la fe en el mundo sobrenatural, tu entras al Reino de Dios por el nacimiento del agua (Palabra) y del Espíritu, y te conviertes en un ser nunca antes existió, una nueva criatura, y que ahora sabe qué en el Reino de Dios se puede vivir eternamente, ver, hablar, percibir, y existe la sustancia llamada fe mediante la cual vivimos sobrenaturalmente, sin esfuerzos.

Dios y Padre gracias por convertirnos en la gente que ve lo invisible, el que ve lo invisible puede hacer lo imposible en este mundo natural, porque para nosotros es normal hacer lo imposible en el mundo que no conoce las obras de Dios, por causa de que las conocemos; gracias en el Nombre de Jesús.

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