Tu salud es mi salud

Porque somos miembros de Su cuerpo, de Su carne y de Sus huesos – Efesios 5:29

Somos un cuerpo en Cristo, miembros en particular. I Corintios 12:11-12 “Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo. Sí también Cristo. Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados …” y acá somos enseñados mirando nuestro cuerpo, como siempre digo: el falange nunca se pelea con la falangeta; como decía otro hermano mi ojo nunca se peleó con mis orejas, a pesar que dicen que mis ojos son bonitos, y en cambio yo veo que mis orejas parecen un paréntesis a los lados de mi cabeza.
De esa misma manera los miembros del Cuerpo de Cristo, esto es Su Iglesia, hay bonitos, hay paréntesis, hay algunos con mucho material a lo ancho, otros a lo largo, otros poco material, pero somos UNO en Cristo, El oró dijo Padre que ellos sean uno como Tu y Yo Padre somos uno.
Ahora al reconocer que somos UNO en Cristo, y somos un cuerpo, esto nos da conciencia para vivir bien el uno con el otro. La salud tuya es mi salud, si mi dedo recibe un matillazo, todo mi cuerpo se enterará, imposible que mi codo no lo sepa, o mi pierna o mi cabeza, todo mi cuerpo lo sufrirá, y todos los miembros corren para ayudar a la parte afectada, por ejemplo la boca corre a poner de su saliva, la otra mano a acariciar el dedo chancado, y quizás lo apriete creyendo que eso le hará bien, o le pasará alguna pomada o líquido para calmar el dolor. Siempre mi mano estará lista para acudir a un SOS de cualquier parte del cuerpo.
Esta es la forma como debemos vivir, me entero de algo, mi mente debe entrenarse a pensar que somos un cuerpo, y mi responsabilidad es que cada miembro en particular esté sano, para yo poder estar sano también. Recuerdan el dicho: “mente sana cuerpo sano.
Aveces parecería que tenemos robots en la Iglesia, llegan y se van rápido, como son desarmables, no tienen el anhela de dar amor, ni ser amados, y luego se quejan, nadie me ama, creen que soy un metal, los otros no creen eso, tú crees eso de ti mismo. Hay que congregarnos, pero allí no termina la función del Cuerpo de Cristo, hay que compartir momentos, hay que mostrar el amor y cuidado por cada miembro.
Hay un tiempo que amo en la Iglesia muy en particular, cuando después de adorar a Dios y cantarle y sonreírle y gozarnos en El, los miembros de Oasis rompen filas y se saludan, se abrazan, conversan. Me gozo viendo esto, imagínense cómo se gozará nuestro Señor. Siempre digo compartan buena palabra. El saludo lógicamente no será “hola maldito cómo estás” el saludo es lleno de bendiciones, preguntas por la familia si aún no está en la iglesia, un te amo en Cristo, te extraño; estuve orando por ti, la semana pasada, no sé qué sucedía pero me cedí al Espíritu Santo y me puso a orar e interceder por ti, lo hice y me alegró hacerlo, saben ese hermano o hermana si tenía anemia, de seguro se curó, si le dolía la cabeza, el dolor desapareció, porque un miembro del cuerpo trajo palabras de amor y salud para ese miembro.
Es más puedes poner dinero en sus manos, y muchas acciones de gracias levantará al Padre esa persona, es de cuerpo, si se beneficia todo el cuerpo se beneficia también. Piensa de ahora en adelante, en beneficio del Cuerpo de Cristo, salud del Cuerpo de Cristo, bienestar del Cuerpo de Cristo. Tu idioma, tu actitud cambiará amado. Y alcanzarás se encederán bendiciones que antes no estaban presentes aún, debido a tu actitud.

Jesucristo amado gracias por insertarme en Tu Cuerpo, es precioso, amo a mis hermanos, me gusta compartir con ellos, cuando tengo, y más si no tengo, todo lo convierto en semilla, porque Tu Reino se mueve en base a siembra y cosecha, y Espíritu Santo gracias por revelarme cuánto necesito estar consciente que pertenezco a un Cuerpo. Gracias en el Nombre de Jesús.

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