Padres - parte 2

Bienaventurado el hombre que teme a Jehová, y en sus mandamientos se deleita en gran manera. Su descendencia será poderosa en la tierra … – Salmos 112:1,2

Cuando Efesios 1:3 habla que” hemos sido bendecidos con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo”. Está hablando de ser bienaventurado, que ya los padres en Cristo son bendecidos y pueden andar como tales, viviendo los principios de vida y deleitándose en ellos. Tener una descendencia (hijos, nietos, bisnietos …) poderosa EN LA TIERRA, no en el cielo es saber qué es ser benditos.
Pensamos en dinero solamente, en casas, muebles, algo así; cuando ser bendecidos con toda bendición, involucra vivir en paz y en gozo al ver a tus hijos caminar en el camino que Jesús hizo para ellos, amando Su Palabra, haciendo Su Palabra, hablando Su Palabra, porque tu papá (mamá) le enseñas con tu testimonio, tu estilo de vida, le enseñas a ser poderoso (a) en esta tierra, esto es “hijos que andan confiados como papá (mamá) anda confiado”.
Es triste ver cómo el enemigo gana ventaja en un hijo(a) que todo el tiempo, día a día es insultado por el padre (madre): sonso, idiota, inútil, imbécil, bruto, (y cuanta expresión perversa, salida del diccionario del diablo, más usen), o burlándose de su físico, mofándose de su pensar o expresar (que vas a ser médico? Ja ja), porque las palabras crean la atmósfera para ti y tus hijos, crean dentro de ellos lo que tu les estás diciendo, llenas su buen depósito de tanta palabra perversa que corrompes, descompones su depósito interior. Llénalo de la Palabra como dice Deuteronomio 6
Despoja tu corazón (porque de allí sale todo esto) tu mente de lo que tu hombre viejo usa para expresarte y cambia, por los principios de Dios: “hijo eres una bendición, hijo eres inteligente, sabio, prudente, hijo eres precioso, alcanzarás todo lo que te propones delante de Dios, oro por ti, te rodeo de buena Palabra, te amo tanto que creo que ningún papá ama como yo te amo a ti (todos los papás (mamás) pueden decir lo mismo y no están mintiendo, sólo hay un papá en esa casa). Hijo eres próspero, todo lo que emprendas prosperará, tu eres guiado por el Espíritu Santo, no hay forma que falles, adelante amado, adelante.
Cuando se desalientan allí estás tú para levantarlos con buena Palabra, profetizando sobre ellos buenas cosas, secando sus lágrimas, doblando rodillas ante nuestro Dios y Padre por su vida. Veas lo que veas creyendo a Dios no a las circunstancias, logrando, logrando lo que Dios ha destinado para ellos. Dejando el sueño de lado para atenderlos y en dulce amistad juntos planificar, sacando consejo de la Palabra, dejándote guiar del Espíritu Santo, y enseñándoles que ellos oigan al Espíritu Santo también.
Sabiendo premiarlos no por lo que hacen o logran (que bien viene un premio por cierto) sino por lo que son, esto los llevará a lograr y hacer mucho más en la vida. Una vez pregunté en la Iglesia ¿por qué premian a sus hijos? Las respuestas no se dejaron esperar y fueron: porque saca buenas notas, porque cumple las tareas de casa, porque obedece (chispas mal disparo), porque se levanta temprano, mira papá (mamá) págale si quieres por eso, pero prémialo porque lo amas, porque es tu hijo y callas de amor sobre él, o eres capaz de crear la mejor canción de amor para ellos.
Al varón bienaventurado que teme (Proverbios 8:3) a Jehová, es un deleite escucharlo, es no perder el tiempo sino aprender de él. No es aburrido, (siempre digo aburrido viene de burro). Es de este varón que la Palabra habla que su descendencia será poderosa, sobre esta tierra. Que bueno es el Señor que nos enseña, y nos coloca la meta para llegar a ella, sin condenación sino con dirección.
Padre Celestial gracias por tener el privilegio como hombres de producir una descendencia de éxito que te ame, te adore, y camine el camino que Jesús trazó para cada uno, porque tanto papá y como mamá pueden enseñarlo con fundamento de Tu Palabra, te amo y agradezco en el Nombre de Jesús.  

0 comentarios: