Oye, pues, oh Israel, Jehová nuestro Dios … amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas Palabras que Yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas … – Deuteronomio 6:4,5,6,7
Las mismas Palabras encontramos en el Nuevo Testamento cuando Jesús resume los 10 mandamientos en Marcos 12:29-30,31 (a) … Y amarás (hijo de pacto) al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante … (respecto al prójimo). Y Jesús finaliza así: “no hay otro mandamiento mayor que éstos”.
E l punto de lo que venimos tratando es que Dios encargó algo importante a los padres (a ambos); el padre (varón) tiene el ejemplo principal en nuestro Padre celestial, por su puesto, que si no hay padre en el hogar, es la madre la que toma toda la responsabilidad de entrenar y educar al hijo. Pero hablemos del Padre, el consejo es aprender a escuchar al Espíritu Santo para dirigir a su hijo, y tomar conocimiento de las Escrituras, hay mucho en Proverbios, así también en Efesios, Colosenses, I Pedro, I Juan, como Dios nos habla, así debe hablar un padre a su hijo (a).
Lo que Dios les encargó – Deuteronomio 6:7,8,9, para tener éxito con sus hijos acá en la tierra de los vivientes fue: Primero que los padres amen a Dios conforme a la Palabra, y que conozcan la Palabra, para que la repitan a sus hijos, hablen a ellos: (1) estando en su casa, (2) andando por el camino, (3) al acostarse, (4) cuando te levantes, (5) la atarás como una señal en tu mano, (6) y estarán en tus frontales entre tus ojos, (7) y las escribirás en los postes de tu casa. Que tremendo y en verdad si el padre vive en el hogar, de seguro esta es su responsabilidad, no digo que la madre no coopere, claro que deben hacerlo los dos, pero que los hijos vean la figura del papá cumpliendo el sembrar, plantar la Palabra en sus vidas, al tenerla como dice esta Escritura por todos lados. Buena tarea mis amados papás. Vamos sembrando algo importante, siembras e instruyes, el hijo aprehende y obedece a la voz de Dios cuando le enseñas la Palabra, le enseñarás de tal forma que cuando cumplan los 15 o 18 años y quieras declararlos “ya eres un hombre” “ya eres una mujer” tendrás también que decirle que desde ese día en adelante oirán personalmente la voz de Dios que enseñaste a oír y que El será su Padre desde ahora, y tú su entrenador. Padre Celestial gracias por toda la sabiduría que has dado en las Escrituras, por las preciosas responsabilidades de instrucción y aliento a los padres (ambos), en el Nombre de Jesús.
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15 de febrero de 2011
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2:33 a. m.