Personaje - Zaqueo

Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose Yo en tu casa  – Lucas 19:5

         Zaqueo era jefe de los publicanos, rico y pecador. Su meta “ver a Jesús” aunque hubieron impedimentos como: la multitud, y su baja estatura, sin lugar a cambios ni lo uno, ni lo otro. El se dio la tarea de buscar cómo hacerlo, pero vería a Jesús:
(1)          Corrió hasta estar delante de la multitud
(2)          Subió a un árbol sicómoro para ver a Jesús, porque había de pasar por allí (el árbol era mucho más grande que él)
(3)           Lo logró vrs.5
        Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose Yo en tu casa. Oigan los “es necesario” de Jesús son formidables, admirables, imperativos.
Entonces Zaqueo descendió, como Jesús se lo pidió: descendió aprisa, y le recibió gozoso. ¿Qué tenía que ver con Jesús, que éste era un publicano, rico y pecador?  ¡NADA, absolutamente nada!
        Veamos el otro lado de la moneda estaba diciendo vrs. 7: todos murmuraban diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador.  ¿Estaban cuidando a Jesús?  No, nada que ver, estaban buscando como caía en sus manos.
Jesús= la Palabra=el Verbo, cambió su mente, su estilo de vida y en el vrs.8 vemos: Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. No fue porque era rico, amados, fue porque todo aquel que recibe a Jesús CAMBIA completamente. Zaqueo lo buscó, procuró ver a Jesús, no le interesaron los impedimentos insalvables, hasta que vio a Jesús, jamás que tú quieras ver a Jesús, quedarás sin la grata consecuencia de ser atendido con privilegios.
Jesús le dijo vrs. 9: “Hoy ha venido la salvación a esta casa, por cuanto él también es hijo de Abraham. Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido”. Qué tal salvación tan grande.
Jesús sabía que pasaría no sólo “por allí” sino “por Zaqueo”. Sólo Jesús nos busca y halla, y es por gracia, no es para condenarnos.
Donde Jesús llega, llegó la salvación. Donde tú llegas, Jesús llega en ti, y hay salvación. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo: Zaqueo ya no era un simple publicano, ahora era reconocido como hijo de Abraham y más, con salvación; ahora no sólo era rico, sino que tenía una herencia eterna, ahora ya no era pecador, era SALVO.

         Dios y Padre  gracias por muchos Zaqueos en las calles que procuren ver a Jesús, y que vaya a su casa para traer salvación; gracias en el Nombre de Jesús

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