Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él  – Proverbios 22:6

         Ya es tiempo de oír buen consejo, y no de sólo de oír sino de hacerlo, practicarlo, vivirlo a plenitud. Veamos Proverbios:

4:10 Oye, hijo mío, y recibe mis razones, Y se te multiplicarán años de vida. 
6:20 Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre, Y no dejes la enseñanza de tu madre; 
6:21 Átalos siempre en tu corazón, Enlázalos a tu cuello. 
6:22 Te guiarán cuando andes; cuando duermas te guardarán; Hablarán contigo cuando despiertes. 
6:23 Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz, Y camino de vida las reprensiones que te instruyen, 
8:31 Me regocijo en la parte habitable de su tierra; Y mis delicias son con los hijos de los hombres. 
10:1 Los proverbios de Salomón. El hijo sabio alegra al padre, Pero el hijo necio es tristeza de su madre. 
13:1 El hijo sabio recibe el consejo del padre; Mas el burlador no escucha las reprensiones. 
13:22 El bueno dejará herederos a los hijos de sus hijos; Pero la riqueza del pecador está guardada para el justo. 
13:24 El que detiene la disciplina, a su hijo aborrece; Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige. 
15:5 El necio menosprecia el consejo de su padre; Mas el que guarda la corrección vendrá a ser prudente.
15:32 El que tiene en poco la disciplina menosprecia su alma; Mas el que escucha la corrección tiene entendimiento. 
19:18 Castiga a tu hijo en tanto que hay esperanza; Mas no se apresure tu alma para destruirlo. 
22:6 Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.
22:15 La necedad está ligada en el corazón del muchacho; Mas la vara de la corrección la alejará de él. 
23:13 No rehúses corregir al muchacho; Porque si lo disciplinas con vara, no morirá. 
23:14 Lo disciplinarás con vara, Y librarás su alma del Seol (infierno). 
23:19 Oye, hijo mío, y sé sabio, Y endereza tu corazón al camino. 
19:19 El de grande ira llevará la pena; Y si usa de violencias, añadirá nuevos males
19:20 Escucha el consejo, y recibe la corrección, Para que seas sabio en tu vejez. 29:15 La vara y la corrección dan sabiduría; Mas el muchacho consentido avergonzará a su madre. 
29:17 Corrige a tu hijo, y te dará descanso, Y dará alegría a tu alma. 
20:7 Camina en su integridad el justo; Sus hijos son dichosos después de él. 
        Qué Escrituras tan deliciosas, parece un sauna, y a la vez un buen salón de sabiduría para vivir la vida bien entrenados, y entrenando bien a nuestros más amados que son los hijos.
Ningún padre ni madre quiere fallar, anhela tener éxito en la crianza de los hijos, que ellos honren a Dios y honren a sus padres, amen al prójimo y deseen lo mejor para ellos, y sean una bendición en esta tierra.
La mayoría de los padres que no fueron entrenados desde niños o jóvenes en la Palabra, tienen rechazo a disciplinarnos, o usar la vara, porque no saben disciplinar, lo hacen en ira en cualquier momento, no saben poner limitaciones a sus propias acciones, porque sin principios es difícil vivir con expectativas correctas, éstas las da la Palabra. Dios ha puesto metas, instrucciones, cómo tomar la victoria en los tiempos difíciles. Y gozar del amor, honra y compartir de nuestros hijos.
Confío que estas Escrituras toquen sus corazones, más que cualquier otra cosa en el mundo. Les aseguro que la Palabra es nuestro máximo ejemplo, y libro de instrucciones, es el Manual del Fabricante, no fallaremos.
Jesucristo es la sabiduría personificada de Dios, El lo dio todo, al igual nos enseña cómo tener hijos de éxito y bendecidos para bendecir. El Espíritu mismo enseña a nuestros hijos, no errarán. Impactarán este mundo, con luz y verdad. Están en este mundo pero no son de éste mundo, son extranjeros, su patria es una patria celestial, y el mal de este mundo no los envolverá, ni los ganará, en el Nombre de Jesús.
       
          Dios y Padre  gracias por Tus instrucciones perfectas, amamos Tu Palabra con todo el corazón, lámpara es a nuestros pies Tu Palabra y lumbrera a nuestro camino; gracias en el Nombre de Jesús.

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