Hijos - parte 1

Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida en la tierra Efesios 6:2,3

Hijo, hija qué título que lleva al amor más grande, son el producto del amor de un hombre y una mujer que soñaron con tenerte, y los que no fueron soñados y esperados, podemos guiarlos a conocer a nuestro Padre celestial Quien sí los tenía en su mente y corazón desde antes de la fundación del mundo. Porque tu vida no es un tropiezo, o producto de un momento de placer loco, o violación; tu vida viene de Dios punto aparte.

Proverbios cap. 5,6,7 habla a los hijos sobre todo a los varones, contra la impureza, la haraganería, la falsedad, contra la mujer ramera. Hijos amen la Palabra, la sabiduría y el buen consejo de Dios, la guía del Espíritu Santo. Llega a tanto la Palabra como por ejemplo esto: Pr.7:21-23 “Lo rindió con la suavidad de sus muchas palabras, le obligó la zalamería de sus labios. Al punto se marchó tras ella, como va el buey al degolladero, y como el necio a las prisiones para ser castigado; Como el ave que se apresura a la red, y no sabe que es contra su vida, hasta que la saeta traspasa su corazón” a cuántos jóvenes encontramos en esta situación, y saben por qué, por no honrar a Dios y a sus padres. En cuanto al licor Proverbios 23:29-35 esto es no seas necio, se sabio por favor.

La Palabra de Dios trata de NECIO a aquel que no escucha consejo de los padres y los deshonra, llega al punto de deshonrar su propia vida.

En Pr.15:20,21 El necio menosprecia el consejo de su padre; mas el que guarda la corrección vendrá a ser prudente”; “El hijo sabio alegra al padre; mas el hijo necio menosprecia a su madre, la necedad es alegría al falto de entendimiento; mas el hombre entendido endereza sus pasos”; 15:32 “El que tiene en poco la disciplina menosprecia su alma; mas el que escucha la corrección tiene entendimiento”; 17:6 “Corona de los viejos son los nietos, y la honra de los hijos, sus padres”; 19:26 “El que roba a su padre y ahuyenta a su madre, es hijo que causa vergüenza y acarrea oprobio”; 20:20 “Al que maldice a su padre o a su madre, se le apagará su lámpara en oscuridad tenebrosa”; 22:28 “No traspases los linderos antiguos que pusieron tus padres”; 23:19,22 “Oye, hijo mío, y sé sabio, y endereza tu corazón al camino. Oye a tu padre, a aquel que te engendró; y cuando tu madre envejeciere, no la menosprecies”; 23:25 “Alégrese tu padre y tu madre, y gócese la que te dio a luz

Miren qué terrible es el asunto que muchas veces como hijos pasamos por alto y vivimos una vida dispersa y de deshonra para con Dios, nosotros mismos y nuestros padres – Pr.30:17 “El ojo que escarnece a su padre y menosprecia la enseñanza de la madre, los cuervos de la cañada lo saquen, y lo devoren los hijos del águila” Entendamos vivimos en la gracia, pero debemos comprender hijos que Dios no puede ser burlado, cuando El habla de honra, debemos honrar.

Finalmente encontramos el consejo de una madre en Pr.31:2,3 “Qué hijo mío? ¿y qué, hijo de mis deseos? No des a las mujeres tu fuerza, ni tus caminos a lo que destruye a los reyes”.

Hijos amados debe definitivamente irles bien, y deben ser de larga vida, porque son ustedes la mejor generación que ha vivido en la tierra, cumplan su destino - no lo corten, cumplan el plan de Dios para sus vidas - no lo frustren; sean la alegría y den largura de días a sus padres, siendo los hijos sabios que aman y honran a sus padres; sean la generación de la super fe para lograr todos sus anhelos frente a Dios teniendo gracia y favor delante de él, y de sus padres.

Padre celestial gracias por esta generación de los últimos tiempos de niños, juveniles y jóvenes, creo que aunque les cueste en la carne y en sus mentes carnales, saltarán las vallas, transformarán su entendimiento con la Palabra; alcanzarán la meta, correrán su carrera con paciencia, sin peso y sin pecado que les asedia, pondrán sus ojos en Jesús el autor y consumador de su fe; y recibirán la corona de vida que les está guardada, pelearán la buena batalla de la fe y Te agradarán con todo su corazón, serán la generación con buenas decisiones como Daniel 1:8, y decidirán ser guiados por el Espíritu Santo por ser hijos de Dios, en el Nombre de Jesús que así será, amén.

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