El Fin de Nuestra Fe


Obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas – II Pedro 1:1

“La fe viene por el oír, o la fe es por el oír, y el oír por la Palabra de Dios” Romanos 10:17; “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” Romanos 12:2
La fe viene o es por el oír la Palabra; la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta, no es nada menos que la buena Palabra de Dios, esa es Su voluntad, y la Biblia es la voluntad o la Palabra escrita de Dios. La Biblia consta de dos testamentos: Hebreos 9:17 “Así que es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisión (perdón) de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna. Porque donde hay testamento, es necesario que intervenga muerte del testador. Y un testamento con la muerte se confirma, pues no es válido en tanto que el testador vive”. Toda la voluntad de Dios se vio cumplida en Jesucristo, en Su muerte y resurrección. Mediador de un Nuevo Pacto hecho con sangre.
Todo lo que está escrito en los dos testamentos es la buena voluntad de Dios, sobre todo Hechos y las cartas a las Iglesias hasta Apocalipsis; leer la buena voluntad de Dios es dar paso a que la fe venga o sea. Porque fe y convicción vino a nuestra vida al oír la Palabra por primera vez es que fuimos salvos, pero es nuestra responsabilidad cumplir “EL FIN DE NUESTRA FE” ¿cuál es? La salvación, renovación, transformación de nuestras almas. Nuestra alma es el asiento de nuestra: (1) voluntad, (2) intelecto, (3) sentimientos y emociones. Jesús es el autor y consumador (el que inicia y finaliza) de nuestra fe; por lo tanto Jesús es la Palabra, es el Verbo, amemos, estudiemos, escudriñemos, meditemos de día y de noche la buena voluntad de Dios, o la Palabra de Dios y obtendremos el fin de nuestra fe, que es la salvación de nuestra alma.
Dios no sólo tiene planes de bien para nosotros, sino que también nos ha dado objetivos, metas y fines, y nos llama administradores competentes, por lo tanto podemos con conocimiento de Su Palabra, cumplir nuestra tarea de la gran comisión de predicar el evangelio, hacer discípulos, entrenarlos que lleguen a madurez, a la medida de la estatura de Cristo y así engrandecer el Reino de Dios, y ser esa Iglesia preparada y ataviada para el día que Jesucristo venga por segunda vez.

Dios y Padre gracias por Tu fe en nuestras vidas, por Tu Palabra que hace crecer esa medida de fe que recibimos al conocerte, hasta ser una gran fe, mucha, fe, tanta fe, y finalmente alcanzar el fin de nuestra fe, Espíritu Santo gracias por guiarnos a toda la verdad ; gracias en el Nombre de Jesús.

0 comentarios: