Dios es Amor


El que no ama, no ha conocido a Dios, porque Dios es amor – I Juan 4:8

No hay forma de mirar el amor, o tratar un tema del amor sin Dios. Sin Dios es la expresión más baja llena de celos, envidia, odio, confusión, expresión llena de lascivia, concupiscencia, llena de los instintos carnales más degradantes - Porque “Dios es amor” Sin Dios no hay, no existe el amor. La Palabra dice que “El que no ama, no ha conocido a Dios” lo que significa “que el que ama a conocido a Dios”. Romanos 5:5 “… el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado” Entonces también es el Espíritu de amor.
Es imposible que una nueva criatura no ame, es nacida del amor de Dios, es un hijo de amor, en quien el amor de Dios ha sido derramado en su corazón. Al punto tan fuerte llega Dios que expresa en I Juan 4:21 Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso … y nosotros tenemos este mandamiento de El: el que ama a Dios, ame también a su hermano”.
Y podemos mirar cómo es Dios para saber amarnos a nosotros mismos, y a nuestro prójimo, claro está a nuestra familia, cónyuge, hijos, amigos. I Juan 4:7 dice: “Amados amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios …” Y Jesús sintetizó en dos grandes mandamientos los 10 mandamientos de la ley en Mateo 22:37-39:
> Hacia Dios: “amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento”
> Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”

Amados son mandamientos, órdenes santas directas de nuestro Dios y Padre, dicho por la boca de Jesús, revelado ampliamente por el Espíritu Santo. Aún el amor miren, siendo amor viene cargado de la autoridad de Dios: ama a Dios, ámate a ti mismo, ama a tu prójimo.
El amor es un fruto del Espíritu Santo en nuestro espíritu, siempre debemos alentarnos a amar, por eso van amor y perdón juntos. El amor es dador, lean Juan 3:16,17. Así como la fe es la fuerza por medio de la cual suceden maravillas, el amor es el poder que nos aviva para hacer todo aquello para lo cual Dios nos creó. Dios nos creó para ser felices llenos de El, y El es amor.
El Centurión que pidió a Jesús que sane a su siervo, lo hizo por amor al siervo, usó el medio de la fe por lo que había escuchado de Jesús, que era hombre de autoridad y hechos portentosos, y hace su pedido, y su siervo es sanado. Vemos en este pasaje de la vida de Jesús, que se conjugan el amor, la fe, la autoridad, el reconocimiento hacia Jesús, frente a una obra del enemigo, la enfermedad. Y este siervo recibió su sanidad, por medio de: “di la Palabra y mi siervo será sano”.
La Palabra de Dios dice: “la fe opera u obra por el amor”, Dios es amor, y la clase de fe de Dios ambos operando en nuestras vidas podemos mover este mundo hacia el cielo.

Dios y Padre gracias, somos hijos del Dios que es amor; gracias en el Nombre de Jesús.

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