Evangelistas
El mismo constituyó a unos … a otros, evangelistas – Efesios 4:11
En cuanto hablamos de Evangelista pensamos en el apóstol Felipe, pero éste que veremos no fue el apóstol sino Felipe que fue elegido y ungido con Esteban en Hechos 6. Y es verdad él no podía estar quieto, siempre predicando, siempre dando las buenas nuevas, atento al Espíritu Santo a dónde lo iba trasladar para compartir las inescrutables riquezas del evangelio de Cristo. El predicó al eunuco en su carruaje y éste recibió a Cristo y fue bautizado en agua inmediatamente. Hechos 8 vemos a Felipe que evangelizó Samaria.
Encontramos la palabra “evangelista” tres veces en el Nuevo Testamento: Efesios 4:11; Hechos 21:8; II Timoteo 4:5. Evangelista significa: Uno que anuncia el Evangelio, un mensajero de buenas noticias. Su tema principal es “salvación disponible a todos a través de Cristo Jesús” envuelta en el amor y el perdón de Dios. La Iglesia no es el lugar donde se evangeliza sino las calles porque allí es donde se encuentran los pecadores. Nadie tiene que darle un lugar para predicar, él lo busca y siempre encuentra, las calles son preciosas. El evangelista lleva el mensaje de la gracia redentora de Dios.
En el ministerio del evangelista siempre están presentes el don de hacer Milagros, y los dones de sanidades.
Es posible que el más grande evangelista de los tiempos modernos es Billy Graham. Luego tenemos a muchos haciendo campañas de sanidad, y allí ganan a mucha gente para el Reino de Dios. De pronto tienen ya en mente al leer esto a algunos, los honramos y los bendecimos. O quizás hay un anónimo que gana pueblos enteros con su sencillo mensaje de salvación, sólo en base a lo que sabe, en los cielos lo sabremos.
Somos todos que tenemos a Cristo en nuestras vidas, los encargados de la Palabra de Reconciliación, estamos todos inmersos en la Gran Comisión, pero acá hablamos del Ministerio del Evangelista; él siempre va anunciar a Jesús, por donde vaya en las Escrituras terminará anunciando la obra redentora de Cristo, allí esta su habilidad, allí está su fuerza, allí está su unción.
La predicación de la Palabra es lo único que afecta la voluntad del pecador, para hacer un cambio en su vida. El evangelista atrae a las vidas a aceptar a Cristo, su unción funciona como una atracción para venir a Jesús y dejar el pecado. Los que verdaderamente se acercaron a Jesús y lo oyeron cambiaron de rumbo sus vidas, y Jesús es la Palabra es como que hoy El mismo estuviere presente en cada predicación.
Posted in: on 27 de agosto de 2011 at en 1:19 a. m.