Una Fe mucho más preciosa que el oro
Para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo – I Pedro 1:7
Esto es fe el vr. 8 “a Quien amáis sin haberle visto, en Quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso”. Qué concepto tan completo de fe. Acá Pedro se une a lo que Pablo habla sus cartas.
Creo sinceramente que no hay persona que no le guste el oro, o rojo o blanco, pero es precioso, lo que cuesta obtener se convierte en valioso, de alto precio, tal como el diamante, el oro es perecedero, preciosos y valiosos pero perecederos, la fe no perece, pues es de Dios, y todo lo que a Dios compete es eterno, tal como el amor es eterno, la fe es eterna como Dios, la fe viene por el oír de la eterna Palabra de Dios, todo lo que la Palabra produce es eterno; nada raro que el enemigo quiera cambiar nuestra fe en duda, incredulidad, temor. Satanás roba el dinero, propiedades en el mundo natural, en el mundo espiritual también lo hará si le abrimos puertas, es ladrón. En cuanto al oro a mayor calor, mayor refinamiento; así es con nuestra fe.
En II Corintios 4:17 dice: “Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria”, no es ridiculizando y rebajando la terrible tribulación o prueba, es comparando cuán leve es ésta, frente al más excelente y eterno peso de gloria; ¿cuál es sustancia, la fuerza que nos ayuda en la tribulación, en la prueba, en la aflicción? Es lo que Jesús dijo: “Yo he orado que tu FE no falte”; en sí sé que Satanás se va meter contra ti, porque abriste puerta, sé que te va zarandear como a trigo, pero lo que no sabe el muy, es que “Yo he orado que tu fe no falte”, tampoco sabe que “volverás”, tampoco sabe “que confirmarás a tus hermanos”, tampoco sabe que después de esto “tu fe será mucho más preciosa que el oro”. Como sólo sabe lo poquito que sabe, y no más, recuerda la Palabra personal que Jesús siempre te da y dará para que este tiempo, lo pases reconociendo Su presencia contigo.
Dice: “el fuego de prueba” “se prueba con fuego”. Creo que esto va sobreabundar en revelación en ustedes: Hechos 2:3-4 “Y se les aparecieron, lenguas repartidas como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo …” Encontramos a un “Pedro o Piedra” que antes fue un “Simón o Tamo” el tamo sirve para hacer fuego, pero rápido se termina y ni deja mucha ceniza, pero las piedras y sobre todo piedras vivas sirven para avivar el fuego alrededor de la leña, y no se terminan, sirven para muchas veces. Por otro lado la piedra es para edificar, el tamo una vez seco no sirve para mucho, salvo para hacer un poco de fuego y listo. Este Pedro lleno del fuego del Espíritu Santo, proclamó la Palabra, predicó y 3,500 tamos recibieron vida y se convirtieron en piedras vivas para el Reino de Dios. Así opera el fuego del Espíritu Santo en nuestras vidas, con osadía y poder.
Anhelamos una fe que sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo. Pasemos con la ayuda de Jesús y el Espíritu Santo cualquier prueba de fuego que se nos presente, que el fuego del Espíritu Santo es mayor que cualquier otro fuego.
Espíritu Santo gracias, por ese fuego precioso, y poder que provees a nuestras vidas, estamos conscientes que nos llenas; gracias en el Nombre de Jesús.
Posted in: on 19 de mayo de 2010 at en 2:00 a. m.