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¡Ha perecido la gloria de Israel sobre tus alturas! ¡Cómo han caído los valientes! Hijas de Israel llorad por Saúl … – II Samuel 1:19,24

Vimos el espíritu malo que atormentó a Saúl, y las actitudes que éste tomó a causa de eso. Saúl fue deteriorándose más y más, hasta llegar a consultar a una adivina, cuándo él mismo había erradicado a los evocadores y a los adivinos ( I Samuel 28:22); y el triste fin de su carrera fue - I Samuel 31:2-4 “Y siguiendo los filisteos a Saúl y a sus hijos, mataron a Jonatán (amigo de David), a Abinadab y a Malquisúa, hijos de Saúl. Y arreció la batalla contra Saúl, y le alcanzaron los flecheros, y tuvo gran temor de ellos. Entonces dijo Saúl a su escudero: Saca tu espada, y traspásame con ella, para que no vengan estos incircuncisos y me traspasen, y me escarnezcan. Mas su escudero no quería, porque tenía gran temor. Entonces tomó Saúl su propia espada y se echó sobre ella”. Y adiós por sí mismo. Acá termina la vida de Saúl, quien tuvo la gran oportunidad de servir a Dios como el primer rey de Israel, oír Su voz, profetizar, y sobre todo obedecer – pero no lo hizo así, y esto abrió la puerta al abusador.

La pregunta es ¿qué hacemos nosotros con la voz de Dios, con Su Palabra, con el amor que ha sido derramado en nuestros corazones, y con los que son miembros del Cuerpo de Cristo, nuestros amados?. “¿Dios está hablando, alguien está escuchando?“ Nuestro trato, actitud hacia ellos, y los del mundo ¿honrará a nuestro Padre? Si tenemos que avergonzarnos, por favor arrepintámonos ahora, hay oportuno socorro y misericordia en el trono de Dios. No somos únicos, no somos una familia la de casa, somos un Cuerpo en Cristo, Su Cuerpo, y ministros de la reconciliación. Saúl sólo pensó en su orgullo, su fama y prestigio, y de pronto soy el padre de uno llamado Jonatán que debe ser el siguiente rey, pero el muy bobo se hizo amigo de mi enemigo. Actitudes amados.

Hay el respeto, honra y atención a los dones de Dios, miren David tenía mil y una razón, para matar, o hacer alguito contra Saúl, pero decidió no ir contra el ungido de Dios. ¡Qué tal caballero de Dios! Y las damas y caballeros actuales deberíamos tomar una buena actitud también.

Actitudes nos edifican o nos arruinan. Palabras nos edifican o nos arruinan. El punto es qué hay detrás de actitudes o palabras, dice la Palabra en Juan 10:10 “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir …” nos parecemos a él o es que decidiremos en nuestro libre albedrío ser como Jesús Quien dijo “… Yo he venido para que tengan vida; y para que la tengan en abundancia” un poco de traducción para con nuestro devocional hoy: “la vida de Jesús fluye en ti y en cada uno, ¿será que si tú estás bien, yo también estoy bien?” y así en el Cuerpo de Cristo me convierto en un edificador y no un destructor.

En Oasis de Amor el Espíritu Santo y la Palabra nos han enseñado que somos generacionales, no somos solos, y afectamos a toda la familia y a toda la gente que está alrededor nuestros, y más de lo que podemos imaginar.

Observen esto de I Samuel

Ø 31:1 “… y los de Israel huyeron delante de los filisteos, y cayeron muertos en el monte de Gilboa”

Ø Vrs.2 murieron los hijos de Saúl.

Ø Vrs. 4 se mató Saúl.

Ø Vrs. 5 “Y viendo su escudero a Saúl muerto, él también se echó sobre su espada, y murió con él” que tal ejemplo de pérdida de vida. Saben hasta allí lo llevó el espíritu malo que atormentó a Saúl, asignado por Satanás a quien se sujetó él: lo mató, y lo llevó a matar a mucha gente más.

Ø Vrs. 6 Miren el inventario fatal: “Así murió Saúl, con sus tres hijos, y su escudero y todos sus varones” y los que no murieron fueron a vivir con los filisteos y sus costumbres. Los filisteos le quitaron la cabeza al cadáver de Saúl, y sus armas fueron puestas en el templo de los idólatras. Su cuerpo y los de sus hijos fueron incinerado y sus huesos enterrados por los valientes que quedaron.

Veamos la actitud de David hasta el final para con Saúl: II Samuel :17-27 léanlo por favor, y aprenderán muchísimo. David endechó a Saúl y a su amigo amado Jonatán. Actitudes ¿qué hay detrás de ellas?, ¿salvación o destrucción?. Seamos guiados por el Espíritu de Dios, como hijos de pacto, hijos amados; que amamos honrar y obedecer a Dios nuestro Padre.

Padre celestial gracias, por enseñarnos a oír y honrar Tu voz y Palabra; gracias en el Nombre de Jesús.

Posted in: on 4 de mayo de 2010 at en 2:42 a. m.