Mi Prosperador
Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tú tengas salud, así como prospera tu alma – III Juan 2
Esta es la firma que sella tu vida, amado (a), así te trata tu Señor, tenemos que sacar la enfermedad de nuestra mente, tenemos que sacar la pobreza de nuestra mente. Hemos sido redimidos fuimos separados de la muerte, separados de la enfermedad, separados de la pobreza, separados de la falta y escasez, y nos sentó juntamente con Cristo Jesús, no estamos a Su lado estamos en El, en los lugares celestiales, estamos separados completamente para gozar de todo lo que El ya proveyó en la cruz y en Su resurrección.
El quiere que seamos prosperados tal como El Hijo es próspero, porque El nos libertó. No podemos volver a ser colonia de España eso ya pasó, fuimos libres y continuaremos libres, así como hemos sido hechos libres de la esclavitud de la pobreza y la escasez. Libre de la mente que piensa “no hay” “falta”, “nunca tendremos”. La voz de tu amado, la voz de tu Señor dice (parece que fuese Juan pero se lo inspiró el Señor): “Amado, yo deseo que tú seas PROSPERADO en todas las cosas” ¿qué cosas? Las cosas que pertenecen a la vida (a esta vida que vivimos) y a la piedad (la vida sobrenatural) todas las cosas materiales y espirituales. Dios no quiere, no es Su plan, no es Su pensamiento, “que tengamos falta de algo” ante El no es justo que tengamos falta de paz, falta de amor, ni falta de comida, de ropa, o cualquier otra cosa en la esfera espiritual o en la esfera terrenal.
Dios se ha propuesto desde el eterno principio que no le falte nada a la tierra, tampoco al cielo, y lo creó todo en el sólo propósito que tanto los que habitan la tierra, o los que están en el cielo “no les falte nada” y que gocen de Su presencia, que se regocijen de Su gloria. Recuerden que en el Antiguo Testamento no se conocía a Dios como nuestro Padre, pero Jesús lo reveló como El Padre, y tu Padre es bueno, es el gran proveedor, si Dios a Su único Hijo, como no nos dará también juntamente con El TODAS LAS COSAS.
Es impresionante cuando encontramos el exuberante amor de Dios, la sobreabundancia del dar de Dios, porque es tu Padre. Cuando te sana no te sana alguito, te da completa salud, bienestar, paz. Porque si te duele un poquitito ya te robó tu paz, si te falta un poquitito ya te robó tu gozo, y tu Padre ha puesto al ladrón debajo de tus pies, y te ha dado en Jesús vida en abundancia. Vida en abundancia significa TODO en abundancia, y esa abundancia es no para tomar orgullo, ambición, o tacañería, es para ti y para que compartas con el necesitado: abundancia en la Palabra para que salgas del espíritu y mentalidad de pobreza, y en las cosas de la vida en esta tierra para tener y lograr tus sueños y para dar a otros que logren sus sueños.
Eres tan bendecido, eres tan sobreabundante en El, que eres incapaz de pensar ¿si me falta?, porque la Palabra dice que los leoncillos buscan y no encuentran, pero los que temen a Dios no tendrán falta de ningún bien. Formatea tu mente con esto: ninguna falta escasez en las cosas de esta tierra, y tampoco en lo sobrenatural.
Ama la Palabra, llénate de la Palabra, lleno de Jesús nada te puede faltar. Anda con gozo y alegría, que todo te ha sido suplido. Filipenses 4:19 “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús” creo que la clave acá es que “conforme a sus riquezas en gloria EN Cristo Jesús” no al lado de, sino EN Cristo Jesús. En Cristo Jesús radican todas las riquezas en gloria y Cristo está en ti, o tú estás en Cristo. Donde tú vas El va en ti. Donde tú entras El entra en ti allí.
Eres próspero en Cristo Jesús, todo lo que El es y tiene, tú lo eres y lo tienes. Somos hijos de Dios y tenemos todos los privilegios para usar todo lo que es de El. Podemos gastar todo lo que es de Papá.
Dios y Padre gracias porque todas Tus riquezas son nuestras, porque somos hijos y en esta tierra se usan cosas estamos en Cristo por lo tanto las tenemos, y tenemos suficiente Palabra en sobreabundancia para vivir la vida espiritual sin que falte nada; gracias en el Nombre de Jesús.
Posted in: on 12 de diciembre de 2010 at en 2:16 a. m.
