Mi Bendición

Mi bendición
Ps. Doris de Hurtado

Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla (sométela, domínala), y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra    Génesis 1:28

         Esto fue antes de la caída del hombre, antes de su traición a Dios. Pero después que el hombre cae en desgracia, significa cae de la gracia de Dios; Dios que es misericordioso, no da por perdido al hombre y le da una promesa de redención, de rescate, de libertad del yugo opresor del enemigo en que cayó. Y encontramos Génesis 3:15, pero después vez tras vez Dios habla a muchos hombres diciendo esta Palabra de bendición que hemos leído al inicio; Dios nunca se guardará nada, todo lo que ha hecho, lo ha dado al hombre y sus generaciones que lo aman y lo reconocen como el único Dios de sus vidas.
         En Deuteronomio 30:19-20  Dios llega al punto de decirle al hombre, yo hubiese dicho orejón, testarudo, o cabeza de pollo entiende. Pero en fin, Dios le dice he puesto delante de ti la vida y la muerte,  la bendición y la maldición y Su consejo es: “escoge pues la vida para vivas tú y tu descendencia” junto a la vida de Dios está toda la bendición plena para vivir esta vida gozando y dando a otros.
Con la boca bendecimos o maldecimos, aconsejo bendigan, esto es hablen bien, “bien digan” para hablar a otros, cosas buenas, que sucedan en sus vidas promesas de Dios, que vean días buenos y no malos. Y cuando venga el día malo, salgan de él bendiciendo a Dios, porque aún en ese día bendecirán. Así como nuestro Creador, Quien es nuestro universo, nuestra luz es Dios que bendice, bendigamos también nosotros. Bendecir no sólo es prometer, sino dar. El sólo hecho que digas, pronuncies, declares, decretes buena Palabra sobre alguien, estás bendiciéndolo, y en tu dar completas el ciclo de bendición.
Porque de tal manera amó Dios al mundo que DIO, y dio lo mejor que tenía. A Jesús Su unigénito. Pasemos por este mundo, vivamos esta vida siendo gente de bendición. Quien ha recibido todo de Dios, puede dar todo también, sabiendo que en su dar, jamás le faltará. Eso es ser gente de bendición. Las abuelas dicen “de tal palo tal astilla” pues podemos decir “de tal Dios tal hijo” igualitos, qué honra ¿verdad?
          Tenemos ejemplos de hombres de Dios que bendijeron, y la forma de bendecir fue heredando, dando a sus hijos. Eso es un hombre de bendición hace riquezas para darlas en herencia a sus hijos o para proveerlas a alguien del reino de Dios. Me impacta que en el mismo libro de Génesis esté la creación del universo, la creación del hombre y la mujer, la bendición a ellos, la caída y traición, la promesa de la redención, y tanta bendición. Lean este libro les gustará y aprenderán muchísimo sobre bendición. Todo es recibir e Dios, luego dar a Dios, dar a Dios, y dar a los hijos y al prójimo.
          Dios es la porción de nuestra vida, es la bendición mayor y completa que podemos tener. Vuelvo al punto cuando El es nuestro universo, porque El lo encierra el todo de esta vida y del mundo, entonces no tendremos falta de ningún bien, porque mi Dios será mi Pastor y el que me pastorea provee todo lo mejor para mi vida y la de los míos.
        Pero vayamos un poco más alto, nosotros somos bendecidos para bendecir. Bendigamos a Dios démosle la gloria y la honra debida a Su Nombre, démosle todo el amor que se merece, nos dio a Su Hijo, nos dio al Espíritu Santo como sello de nuestra salvación, para en Su poder manifestar los dones y regalos que nos han sido dados en Su bendición. Y usarlos es decir “humanidad toda, aquí está Dios, para bendecirlos”. Recuerden cada segundo de su vida “FUIMOS BENDECIDOS PARA BENDECIR” somos los mejores decretadores de la Palabra, buenos consejeros, somos los mejores dadores; comenzando por Dios: diezmadores y ofrendadores; y desde una ofrenda a un niño en la calle, en un restaurant después de recibir los servicios de alguien; como en las grandes cosas que Dios nos ha llamado a ser dadores.
          Hay alguien no que está en necesidad, sino que parecería que no hay forma de lograr un simple terreno para Dios, pero estamos aprendiendo a movernos en los negocios de nuestro Padre, no tengo ahora mismo los $120,000 o algo parecido que hay que pagar por una propiedad; ahora no es que no tenemos, observé y oré a Dios, y me di cuenta que hay dólares que puedo convertir en semilla para una gran cosecha, me uní en este gran negocio y hablé para que convirtamos en semilla lo que tenemos, y así fue, ¿saben? No es para Oasis, no es para mí, es para una amada de mi Padre, y una amada mía también, la COSECHA ESTA DECLARADA, EL QUE SIEMBRA, COSECHA, ese terreno se convertirá en un edificio, y ese terreno y edificio será la semilla para muchos otros, y para servir al Dios de amor que ama y bendice a la humanidad, amén.

          Dios y Padre  gracias porque eres MI BENDICIÓN, y esto me convierte en “la bendición de multitudes; gracias en el Nombre de Jesús.

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