Decreta y recibe - parte 2

Mi hija está agonizando; ven y pon las manos sobre ella para que sea salva y vivirá. … Si tocare tan solamente su manto, seré salva – Marcos 5:23,28

Tanto escuchamos, vemos, entendemos lo negativo, que eso hablamos, repetimos vez tras vez, y no nos damos cuenta que hay un momento que lo decretamos y eso sentamos para nosotros, los nuestros o para otros. Porque esos hablan lo que nos escuchan también.

Este es uno de los pasajes de la vida de mi Jesús amado, maravilloso, compasivo, salvador – soso (dador de vida eterna-junto a mi Padre celestial, liberador de la enfermedad y la dolencia; y libertador de la pobreza y escasez) qué más ha impactado mi vida en cuanto a la fe, pasaría mi vida, enseñando el evangelio de Juan, Nehemías, y sobre todo Marcos 5:21-43; y 11:

22 la clase de fe de mi amado Padre celestial

23 cómo funciona Su fe en mi, cómo me será hecho todo lo que diga, me conviene hablar la Palabra

24 todo lo que pido orando la Palabra ya lo recibí

25 el poder del perdón, la osadía de perdonar, doy a mi Padre la libertad de desatarme de cualquiera, y tratar con los otros en amor

Y definitivamente Efesios, Romanos y Gálatas

Este caballero Jairo era uno de los principales de la Sinagoga, lo había escuchado enseñar y predicar, y lo había visto cómo la Palabra se hacía realidad ante Su decretar tal como: “Mujer enderézate” “Extiende la mano, y verla primero seca, luego con vida”, y cuántos otros que la Biblia no tiene espacio para poner a todos; ahora él necesitaba al Sanador en su casa por causa de su hija amada, conociendo lo que hacía Jesús, no iba a enterrar a su hija fuera de tiempo, allí estaba el dador de la vida.

Y tal fue su confianza, que vino decretando: “ven y pon las manos sobre ella para que sea salva – soso”, tenga vida eterna, goce de salud divina, y sea próspera. Nada menos puede pedir un padre que ama a su hija, y que sabe que al que se lo va pedir, “quiere y puede hacerlo”. Satanás e dio el lujo de decir que estaba agonizando, pero qué, sí allí estaba Jesús dispuesto a cambiar las situaciones a favor del Reino de Dios. No le interesó demorar ante el cuadro de una mujer con flujo de sangre, porque cualquier milagro lo llenaba de más osadía, y cada Palabra de Jesús engrandecía su fe. Y lo logró, me gusta cuando Jesús oyó viajar las palabras de los que dijeron a Jairo “tu hija ha muerto, ¿para qué molestas más al Maestro?, inmediatamente obstaculizó el viaje del temor diciendo: “Jairo no temas, cree solamente”, qué impactante Maestro, amados; qué impresionante Maestro, no hay expresión para describirlo. Jesús dijo a la niña LEVANTATE, se levantó, andaba, y espantó largamente a los incrédulos. Así es Jesús hoy mismo.

Qué está viajando a tu vida? Una Palabra de Jesús y todo cambiará, sucede en mí, sucede en todo aquel que ama la Palabra y la cree, porque no hay nada imposible, para el poder de la Palabra en tu boca, esa Palabra proviene de la boca de Dios. “Hoy sé sano en el Nombre de Jesús, porque por Su llaga ya fuiste sanado” Hoy goza tu salud.

Dios y Padre gracias porque el mismo poder que estuvo en Jesús, Quien es la Palabra viva y eficaz, está hoy en la Palabra que nosotros decretamos para nuestras vidas u otras y recibimos lo que la Palabra dice; gracias en el Nombre de Jesús.

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