Gracia en tus ojos
… y abundante gracia era sobre todos ellos – Hechos 4:33
Gracia es el favor abundante de Dios, qué interesante que en el Antiguo Testamento “Dios daba gracia a gente de importancia y posición alta en este mundo para que favorezcan a Sus hijos”. Cuando estos hombres veían a un hijo de Dios (por la gracia de Dios en sus ojos) éstos inmediatamente favorecían a aquel, lo ponían sobre todas sus pertenencias, le daban autoridad y lo mejor de todo esto que empezaban a ver que “Jehová estaba con ellos y los prosperaba”.
En el Nuevo Testamento ya con Cristo Jesús resucitado y sentado a la diestra del Padre, viviendo en nosotros, intercediendo por nosotros; y habiéndonos enviado al Espíritu Santo Quien nos ha dado espíritu de sabiduría y de revelación. Con mayor luz podemos ver mejor la gracia de Dios. Lo vemos como el dador en excelencia, que tenemos gracia ante Sus ojos y ante los ojos de los hombres. Ahora tenemos el conocimiento de la Palabra que en el A.T. no tenían, nuestra posición es mucho mejor. Para Pablo, Pedro, Juan es fácil hablar de gracia, porque es la gracia revelada de Dios a ellos. Y tiene que serlo para ti también. No es un asunto teológico, ni filosófico. Es el carácter dador de Dios y se llama gracia para Sus hijos.
Vimos a José el día de ayer, como fue favorecido. Veamos a Daniel hoy “Y puso a Daniel en gracia y buena voluntad con el jefe de los eunucos” Daniel 1:9. Esto fue al punto que fue llevado Daniel por esa misma gracia hasta la presencia del rey Nabucodonosor y este supo que Dios era Dios, y que debería dar toda su confianza a Daniel. La gracia de Dios es esa fuerza delicada, sobrenatural del carácter de Dios que impulsa, impele a otros a hacer algo grandioso a favor nuestro.
Somos gente de autoridad, poder, somos embajadores del Reino de Dios, somos ciudadanos de una Patria celestial, todo esto en el mundo sobrenatural, espiritual; entonces en esta tierra de los vivientes, en este mundo al cual no pertenecemos, para vivir acá necesitamos las conexiones necesarias para que como embajadores cumplamos nuestro Ministerio de Reconciliación que nos ha sido dado por Dios. No somos una ficción somos la realidad de Dios para que el mundo lo conozca a El. Por la gracia de Dios hemos sido equipados para cumplir nuestras funciones, y para eso Dios hace la conexión necesaria llamada gracia, para favor y confianza hacia nosotros de parte de las autoridades terrestres, con todos los habitantes y así podemos cumplir todo lo que nos ha sido encomendado.
Somos representantes de Jesucristo. El personifica la gracia de Dios, de nuestro Padre se dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo (al hombre que vive en esta tierra) que ha DADO a Su Hijo Unigénito, para que TODO aquel que en El crea NO se pierda, más tenga vida eterna” Juan 3:16. No pueden ver al Hijo, pero al vernos a nosotros deberían ver al Hijo, porque “tal cual El es, así somos nosotros en este mundo” Todo esto involucra la gracia de Dios.
La gracia de Dios hace al hombre natural ver a Dios en nosotros y confiar en nosotros, y en nosotros la gracia de Dios, nos hace compadecernos del hombre y traerlo a Su luz admirable. Ahora la gracia va totalmente ligada al amor, porque Dios amó DIO, y recuerden que DAR lo mejor, lo excelente es GRACIA.
Dios y Padre Tu gracia nos favorece, nos engrandece, toda la promesa a Abraham involucra Tu gracia, en verdad has engrandecido Su Nombre, lo has multiplicado grandemente, y ya que Su fe le fue contada por justicia, es por Tu gracia llena de amor, Cristo como simiente de Abraham y nosotros como simiente de Cristo es igual con nosotros; gracias en el Nombre de Jesús.
Posted in: on 1 de agosto de 2010 at en 2:00 a. m.