La Labor de la Justicia
… y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre. Y mi pueblo habitará en morada de paz, en habitaciones seguras, y en recreos de reposo – Isaías 32:16
Y en Efesios 3:12 nos habla “en Quien tenemos seguridad y acceso con confianza, por medio de la fe en El” Sólo en Cristo Jesús. Fuimos justificados, libertados de las tinieblas y sus efectos, al ser justificados en Jesucristo, nos damos cuenta que la labor de Su justicia es reposo y seguridad para siempre. Nadie en el universo entero, podrá hacernos poseer morada de paz, habitaciones seguras, y recreos de reposo.
Jesús dijo en Juan 14:1 “Voy pues a preparar lugar para vosotros” al conocer la profecía de Isaías y escuchar a Jesús decir esto, sabemos que es verdad. Pero de alguna manera por la gracia de Dios empezamos a vivirlo acá en esta tierra, llevamos eternidad en nosotros por causa de Jesucristo, El nos trasladó del pecado y de la muerte, a la luz y a la inmortalidad.
Romanos 4:25 dice que “Jesús fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación” esto es para satisfacer la justicia de Dios, Dios demandaba justicia por las transgresiones del hombre, quien obedeció a Satanás y empezó su vida de injusticia, de impiedad, de pecado. Desobedeció a Dios, cortó o rompió toda comunicación, comunión e intimidad (adoración) con El. No se puede servir a dos señores. Sólo Jesús con Su sangre preciosa, borró toda transgresión y traición del hombre para con Dios, Su unción quebró el señorío de Satanás sobre el hombre, y quedó satisfecha la justicia de Dios Padre, y ahora a través de Jesucristo somos hijos santos y sin mancha. Esta es la labor de la justicia, volvernos a Dios con toda seguridad porque hay acceso con confianza al trono de Dios; los justos vienen al trono sin culpa, sin vergüenza, sin temor, sin complejo.
Así fue el trabajo de la justicia de Jesús, señaló y determinó la justificación del hombre, en Jesús nuestro sustituto, el hombre viejo con sus hechos viciados fue crucificado en la cruz, y entró a la muerte, para levantarse como primicia de los justificados. Ahora los que estamos en Cristo somos justos.
Romanos 8:1 dice: “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que NO andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu” ni hay que explicar esto, por sí sólo se predica, verdad!
Dios y Padre gracias porque Jesucristo pagó el alto precio de nuestra justificación, ahora podemos andar en libertad sin condenación ni culpa, el pasado no nos pertenece, el ahora y el futuro son los planes grandiosos que Tú tienes para nosotros; gracias en el Nombre de Jesús.
Posted in: on 24 de agosto de 2010 at en 2:00 a. m.