Pacto Ratificado - parte 2
En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo – Efesios 2:12
Que bravo inmensamente bravo, estábamos en esta condición, pero gracias a Jesucristo por Su amor inmenso para hacernos gente de pacto llenos de buenas promesas.
Sigamos con la parte 2:
Habla de Ismael, quien no es hijo de la promesa, pero Dios es Dios que bendice y en el vr. 20 dice: “Y en cuanto a Ismael, también te he oído (Dios no es sordo, aunque hierras, El permanece fiel); he aquí que le bendeciré, y le haré fructificar y multiplicar mucho en gran manera; doce príncipes engendrará, y haré de él una gran nación (la nación Árabe, los Palestinos).
Luego en el vr. 24 dice “Era Abraham de edad de 99 años cuando circuncidó la carne de su prepucio” El hizo su parte, porque Dios es fiel en todo lo que dice, Abraham era amigo de Dios, ¿los amigos se parecen mucho verdad?
B ien ¿por qué? dirán los neotestamentarios hablamos tanto de este tipo de pacto, bien porque la Palabra dice, que el A.T. es sombra y figura de lo que había de venir, - Hebreos 8: 5; 10:1; Colosenses 2:17; y ya venido Cristo y alumbrada la figura y la sombra, ahora podemos ver, tenemos hecha la promesa y realizado el pacto, y nos hace hijos de pacto, veamos como es esto:
Hebreos 9:15 “Así que, por eso es mediador de un NUEVO PACTO (nuevo testamento), para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna”
Hebreos 9:28 “Así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan”
Pueden leer el cambio de pacto, Hebreos 10:14-22; este es nuestro pacto, por la sangre de Cristo, este es nuestro Sumo Sacerdote una vez y para siempre se ofreció en ofrenda grata a Dios, este es el camino nuevo que se hizo a través de Su carne. Y ofreció Su sangre preciosa, porque sin sangre no hay redención, no se hace redención, no hay compra sin alto precio, no hay libertad, sin trueque, Jesucristo se hizo como nosotros – Filipenses 2 – para tomar lo que éramos y darnos así lo que El es, y lo hizo, y el Nuevo Pacto fue cortado con Su sangre preciosa.
Posted in: on 7 de enero de 2010 at en 2:00 a. m.
