Defendiendo la Palabra


Un gran día a cada hijo amado de pacto del Dios verdadero, vivir cada día en victoria total, como lo que somos más que vencedores, es agradar a nuestro Señor y Rey.

Hablabamos ayer con Ps. Adam Fowler cosas muy interesantes del Reino, me gusta reunurme con gente de estudio y revelación de la Palabra, es lo más sabroso en esta tierra.

Y hablábamos sobre el hijo pródigo, Salomón y otros dos más, pero es su estudio personal, por lo tanto usaré en lo que estábamos escudriñando ya tanto el uno como el otro.

Lucas 15:11-32 El hijo pródigo pidió al padre algo que le correspondía legalmente, sólo que era fuera de tiempo, y con motivos deshonesto y de deshonra, el padre a causa de la petición se lo dio, pero terminó mal, este caballeto abrió puertas al devorador de su dinero, testimonio, y vida en si.

* Este hijo personalmente planificó sus cosas, con su mirada en él y su goce en este mundo
* Vino al padre y pidió su herencia, aún cuando el padre tenía que hacer cosas fuera de su voluntad, y dar herencia primero al mayor, luego a él
* Dejó al padre entristecido, porque estaba perdiendo a su hijo menor y creyendo con el tiempo que él había muerto

Luego en II Crónicas 1:7-13 vemos a Salomón,

* Acá es Dios nuestro Padre que le dice pídeme lo que quieras que Yo te de
* Y Salomón menciona de qué clase de árbol viene, de David, y fue puesto por Dios en el mismo tromo por rey.
* Pide entonces la Palabra que le toca por ser generación de David, confírmese la Palabra dada a mi padre David.
* Entonces (qué riquísimo ante la voluntad de Dios) pidió dos cosas importantes más que el oro y la plata (a) sabiduría y (b) ciencia - para gobernar el pueblo de Dios y agradarle
* Imagínense ¿qué puede desbordar el corazón de un Padre? Salomón pidió lo que no puede conseguir en la tierra, sino sólo de la presencia, de la voluntad y bondad de Dios, y entonces Dios se desborda y vr.12 le da estas dos cosas, y también riquezas, bienes y gloria


Aprendamos a pedir y a recibir no para nosotros, sino con el enfoque en nuestro Padre celestial, porque lo que a El le agrade será bueno para nosotros.

Pero damos gracias a Dios por Su misericordia, Su perdón y Su amor incondicional, Jesús enseñó que el padre recibió al hijo que había estado perdido y muerto fuera de él, y lo restituyó. Esa es la clase, y la calidad de Padre celestial que tenemos.

Estamos aquí por ti!

Los amamos!

Ps. Doris de Hurtado
Oasis de Amor


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… sabiendo que estoy puesto para la defensa del evangelio” – Filipenses 1:17

Amados por donde vayamos estamos puestos para la defensa del evangelio, porque el evangelio es el poder de Dios, que derriba fortalezas, argumentos, astucias, maquinaciones, artimañas del enemigo; la Palabra y el Espíritu son la dinamita que destruye este poder maligno. Podemos presentar defensa y es nuestra labor hacerlo, la Palabra tiene un valor incalculable, tu vales por la Palabra que contienes, qué interesante darse cuenta de esto, estar consciente con el fin de conocer tu propio valor. Entonces cuando sabes qué tienes y cuánto vales puedes enfrentar cualquier situación.
En I Pedro 3:15 dice: “Sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros”.
Defender la Palabra, es no insultar a Dios nuestro Padre, o a Jesucristo nuestro Rey, Señor, Salvador, o al Espíritu Santo el Consolador, Consejero, Guía fiel de nuestras vidas. Cómo se ofende: unos cuatro ejemplos muy típicos:

(1) Dios quiere enseñarme algo por eso me enferma
(2) Jesús Dio dones a los hombres, los 5 ministerios, no honrando sus ministerios, hablando mal el uno del otro, es hablar mal de Jesús, y de quien vive en ti, y en el otro.
(3) El hablar en lenguas es del diablo.
(4) Atribuir la gloria o el honor a la oración, la guerra espiritual, el ayuno que hicieron en vez de darle la gloria a Aquel que te creó, te salvó y te amó.


Por eso es tan importante orar la Palabra, con fundamento de la Palabra, así el diablo no tiene donde colocarte el orgullo, o la derrota porque la palabrería no trae resultados. Peleamos la buena batalla de la fe, no hay tal cosa de un frente a frente con el enemigo, porque Jesús lo puso debajo de nuestros pies, no hay motivo para darle tanto honor e importancia, a este ya vencido, derrotado; como un sabio dijo: el pecado no es el problema, el diablo y sus demonios tampoco, ya fueron tratados juzgados en la cruz, chao a ellos; tu punto es crucificar tu carne y sus deseos; una buena forma es renovando tu mente.
O sea no es porque ayuné que resultaron las cosas, que los milagros se dieron, no es porque oré y oré y oré, no es porque entramos en liberación, echar fuera demonios, lo haces en el Nombre de Jesús y tienen que irse, punto. Todo lo grandioso que viene a tu vida, es por la obra acabada de la cruz del calvario, es porque Jesucristo lo dio todo por ti y pro mi, y eso basta, como le dijo a Pablo, “Bástate mi gracia”. La gracia y el favor de Dios, el amor y la sonrisa del Padre en mi vida, Su cántico sobre mi, El es mi escudo, El es mi torre fuerte, El es mi libertador, mi todo es EL, mi Jesús, en El tengo la victoria total, en El soy más que vencedor.

Padre celestial gracias porque en Jesús tenemos la vida, y teniendo la vida lo tenemos todo, y tenemos la sabiduría de lo alto, para presentar defensa de nuestra fe, del evangelio, del poder de Dios, gracias Espíritu Santo por Tu revelación y sabiduría en nuestras vidas, en el Nombre de Jesús.

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