Desató la ligadura de su lengua


Al momento fueron abierto sus oídos y se desató la ligadura de su lengua, y hablaba bien – Marcos 7:35

¡Qué maravilloso Jesús!
Alguien que sabía que Jesús podía poner su mano y sanar, trajo este sordo y tartamudo. Jesús es original, genuino. Jesús apartándolo de la gente, metió sus dedos en las orejas del sordo, y escupiendo, tocó su lengua que tartamudeaba. Y levantando los ojos al cielo gimió, y le dijo: “sé abierto”. Al momento fueron abiertos sus oídos, y se desató la ligadura de su lengua, y hablaba bien. Formidable, ejecutó el bien, echando fuera sordera y tartamudez y lo dejó como nuevo, como un buen original.
Es interesante leer y ver los milagros de Jesús, totalmente explicados, no hay nada escondido, hasta lo espiritual se ve cómo funciona. Muchos dicen quiero ver para creer, amados, aunque vean no creerán, todo está más claro que el agua, más claro que un día lleno de sol; esto no es una película sólo para ver y chao, esto es vida. Y no me digan de Tomás, es un caso aislado, aunque Jesús le dijo: “mas bienaventurados, dichosos, felices, los que sin ver creen” y esos somos muchos. Porque todos los milagros de Jesús podemos verlos en lo natural y en lo espiritual. Por eso entrar a escudriñar Sus milagros nos enseñan a andar en fe no por vista, y llamando las cosas que no son como si ya fuesen, porque a la verdad YA SON.
La certeza y convicción a que te lleva la Palabra es lo que te abre el entendimiento para lograr todo milagro en forma personal, o para guiar a otros. Creo que nuestra delicia es ver a otros recibir lo que les falta, lo que anhelan, o lo que tu expectativa visiona.
Enseñar y predicar la Palabra, dejar que la Palabra se siembre en ellos, dejar que la Palabra pase por ellos, dejar que la Palabra los sane, es lo máximo que puede suceder en nuestras vidas. Muchas veces he visto suceder esto en medio de un ambiente lleno de la Palabra, la fe funciona, el Espíritu Santo opera en un medio que la Palabra es declarada, enseñada, decretada. Es precioso y caso sin igual ver actuar la Palabra y el Poder del Espíritu Santo juntos, tú quedas como un espectador importante.
Jesús la Palabra, el Verbo, la Vida, la Verdad, con la espada de dos filos en Su boca, sanaba siempre, donde encontró o vio fe SANÓ. Y donde no encontró fe, preguntó para despertar en la persona la fe necesaria para entrar en su salud.

Dios y Padre gracias por habernos dado poder, el Nombre de Jesús, y que esté escrito todo el andar de Jesús haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Tu Padre estabas con El, ahora Tu estás con nosotros, Jesús en nosotros, y el Espíritu Santo sobre nosotros ungiéndonos, para hacer mayores bienes aún; gracias en el Nombre de Jesús.

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