Linaje Escojido
Mas vosotros sois linaje escogido … – I Pedro 2:9
Cuando Adán y Eva traicionaron a Dios, creyendo la mentira del Satanás “… y seréis como Dios …” estos brutales lo único que pensaron fueron las palabras (llenas de engaño y maldad) de éste horrendo, sin dar tregua a que su espíritu los ayude. Adán conversaba con Dios todas las tardes, o de seguro el momento que él quería, podía mirar a Dios y mirarse a sí mismo y ver que era a Su imagen y semejanza; pero esta mentira venía envuelta de inmundicia de demonios; y Adán y Eva (primero la mujer) tragó el anzuelo. Y desde entonces la raza humana Adán y su descendencia fue llamada la raza caída. Cayó de la presencia, de la confianza, y de la gloria de Dios; fueron destituidos. Raza caída es sin gracia, sin gloria, sin majestad, sin linaje, lo único que ahora tenía era la espalda del Dios que los creó.
Pero en Su infinito amor por lo que creó Dios, aunque no puede ver el pecado, dio una solución para este pecador, y Génesis 3:15 vemos que promete un redentor.
Desde entonces buscó un hombre que se cediera a Su voz y Sus planes, buscó una simiente nueva de donde vendría el Redentor. Y encontró a Abraham quien sería el receptor de Sus promesas, y quien trabajaría como Su amigo mano a mano, quien se convertiría en cuya fe es contada por justicia, comenzaría a fundarse nuevamente en la tierra la justicia de Dios, la fe de Dios, y a vivir a la forma de Dios, la cual fue diseñada desde el principio para el hombre.
Esto volvería a ser LINAJE ESCOGIDO de Dios y para Dios. Es por eso el proceso de:
· Oír la Palabra, la voz de Dios para que la fe venga
· Confesar con su boca a Cristo Jesús como su Señor, rechazando el señorío de Satanás
· Creer con su corazón que Dios levantó de los muertos a Jesús, para justificación
· Convertirse en una nueva criatura, por ser salvo y justo
· Como nueva criatura entender y vivir como tal, como linaje escogido de Dios, como reyes y sacerdotes, como ministros de la reconciliación – teniendo la Palabra de Reconciliación en nosotros mismos.
Puedes vivir en realidad como el LINAJE ESCOGIDO de Dios, El te eligió, El te rescató, el te libertó, y tu vienes de esa simiente preciosa que Dios trabajó, de la simiente de Abraham (Génesis 12-21, quién creyó que aunque su cuerpo ya estaba casi muerto y su esposa no sólo sin la costumbre de las mujeres para tener un hijo; sino ya vieja, ambos con la maquinaria de reproducción fuera de funcionamiento; creyeron y recibieron fuerzas (Hebreos 11:11-12).
Acaso somos incrédulos? Para no creer? Claro que somos creyentes, todo el libro de Gálatas nos habla de la simiente que es Cristo.
Definitivamente Dios vuelve a bendecir a la simiente en Génesis 12:2 y somos esa gran familia, ese LINAJE ESCOGIDO que se inicia en Abraham, llega hasta Cristo y hasta nosotros y mucho más; somos esas estrellas incontables que Dios enseñó a Abraham para ver en fe su descendencia, y somos esas arenas del mar incontables; así somos y seguimos fructificando y multiplicándonos para la gloria de Dios Padre.
Padre celestial amado, gracias por ser tu simiente, tu efecto fructificador y multiplicador colocado en nosotros, es efectivo y vamos adelante olvidando al primer Adán y extendiéndonos a los hechos y ministerio y vida del Postrer Adán, nos alegramos porque el Espíritu santo es fiel para poderosamente, provocar que todo venga a cumplimiento por la fe que la Palabra da a nuestras vidas; gracias en el Nombre de Jesús.
Cuando Adán y Eva traicionaron a Dios, creyendo la mentira del Satanás “… y seréis como Dios …” estos brutales lo único que pensaron fueron las palabras (llenas de engaño y maldad) de éste horrendo, sin dar tregua a que su espíritu los ayude. Adán conversaba con Dios todas las tardes, o de seguro el momento que él quería, podía mirar a Dios y mirarse a sí mismo y ver que era a Su imagen y semejanza; pero esta mentira venía envuelta de inmundicia de demonios; y Adán y Eva (primero la mujer) tragó el anzuelo. Y desde entonces la raza humana Adán y su descendencia fue llamada la raza caída. Cayó de la presencia, de la confianza, y de la gloria de Dios; fueron destituidos. Raza caída es sin gracia, sin gloria, sin majestad, sin linaje, lo único que ahora tenía era la espalda del Dios que los creó.
Pero en Su infinito amor por lo que creó Dios, aunque no puede ver el pecado, dio una solución para este pecador, y Génesis 3:15 vemos que promete un redentor.
Desde entonces buscó un hombre que se cediera a Su voz y Sus planes, buscó una simiente nueva de donde vendría el Redentor. Y encontró a Abraham quien sería el receptor de Sus promesas, y quien trabajaría como Su amigo mano a mano, quien se convertiría en cuya fe es contada por justicia, comenzaría a fundarse nuevamente en la tierra la justicia de Dios, la fe de Dios, y a vivir a la forma de Dios, la cual fue diseñada desde el principio para el hombre.
Esto volvería a ser LINAJE ESCOGIDO de Dios y para Dios. Es por eso el proceso de:
· Oír la Palabra, la voz de Dios para que la fe venga
· Confesar con su boca a Cristo Jesús como su Señor, rechazando el señorío de Satanás
· Creer con su corazón que Dios levantó de los muertos a Jesús, para justificación
· Convertirse en una nueva criatura, por ser salvo y justo
· Como nueva criatura entender y vivir como tal, como linaje escogido de Dios, como reyes y sacerdotes, como ministros de la reconciliación – teniendo la Palabra de Reconciliación en nosotros mismos.
Puedes vivir en realidad como el LINAJE ESCOGIDO de Dios, El te eligió, El te rescató, el te libertó, y tu vienes de esa simiente preciosa que Dios trabajó, de la simiente de Abraham (Génesis 12-21, quién creyó que aunque su cuerpo ya estaba casi muerto y su esposa no sólo sin la costumbre de las mujeres para tener un hijo; sino ya vieja, ambos con la maquinaria de reproducción fuera de funcionamiento; creyeron y recibieron fuerzas (Hebreos 11:11-12).
Acaso somos incrédulos? Para no creer? Claro que somos creyentes, todo el libro de Gálatas nos habla de la simiente que es Cristo.
Definitivamente Dios vuelve a bendecir a la simiente en Génesis 12:2 y somos esa gran familia, ese LINAJE ESCOGIDO que se inicia en Abraham, llega hasta Cristo y hasta nosotros y mucho más; somos esas estrellas incontables que Dios enseñó a Abraham para ver en fe su descendencia, y somos esas arenas del mar incontables; así somos y seguimos fructificando y multiplicándonos para la gloria de Dios Padre.
Padre celestial amado, gracias por ser tu simiente, tu efecto fructificador y multiplicador colocado en nosotros, es efectivo y vamos adelante olvidando al primer Adán y extendiéndonos a los hechos y ministerio y vida del Postrer Adán, nos alegramos porque el Espíritu santo es fiel para poderosamente, provocar que todo venga a cumplimiento por la fe que la Palabra da a nuestras vidas; gracias en el Nombre de Jesús.
Posted in: on 1 de abril de 2009 at en 9:29 p. m.