Padres - Parte 6
En Lucas 15:11-32 se encuentra una Parábola, si nos sentaríamos con Jesus a ponerle el título, de seguro estaría de acuerdo en éste: LA PARABOLA DEL GRAN AMOR Y PERDON DE UN PADRE
Veamos este padre tenía 2 hijos y el menor (contra toda tradición judía) pidió su herencia, entonces el Padre se vio obligado a dar primero su herencia al mayor, para legalmente poder disponer la herencia del menor. Así que los dos recibieron su herencia.
El menor se quedó en CERO, cuál es el secreto para quedarse en la misma calle sin nada? miren esto: vr.13 "desperdició sus bienes viviendo perdidamente" osea "todo lo hubo malgastado", y para mal de remates como decimos "vino una gran hambre en aquella provincia donde estaba el hijo menor", y para remachar lo enviaron a cuidar cerdos (esto es abominación para un judío, dirían los jóvenes tocó segundo sótano), anhelaba comer la comida de los cerdos, pero nadie le daba. Un día "volvió en sí" (esto es dejó su locura) Ya con mente de jornalero expresó: vr.17 "Cuántos jornaleros en la casa de mi PADRE tienen abundancia de pan (qué buen dueño y administrador) y yo aquí perezco de hambre".
Y tomó una buena decisión: "Me levantaré e iré a mi PADRE, y le diré PADRE he pecado contra el cielo y contra ti. vr. 19 Ya no soy digno de ser llamado tu hijo: hazme como uno de tus jornaleros. Observen que a estas alturas este muchacho:
(1) tenía mente de jornalero, había perdido su posesión
(2) había perdido su identidad, su posición.
Padres y jóvenes amados, cuidemos tanto identidad como mentalidad; hagan lo que hagan padres paciencia, guarden el fluir de la misericordia y que la Palabra sea el fundamento de sus vidas, los hijos son herencia de Dios, no cambien padres de mentalidad, esto es terca fe, pero que fe tan hermosa, podemos estar plenamente convencidos que Dios lo dijo El lo hará si sabemos mantenernos fieles y creyendo a Su Palabra. Oremos y desechemos toda artimaña, toda maquinación del enemigo para derribar a nuestros hijos y como este padre de la parábola creamos en ellos, no por ellos mismos que a veces son el reflejo de la obra del enemigo, sino por lo que Dios ha dicho de ellos.
Y vosotros padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor – Efesios 6:4
Nuestro Padre celestial es el grandioso Padre de cada padre y madre terrenal, El los creó y los hizo maravillosamente, si están en Cristo pueden saber cuán maravilloso los creó, sin Cristo es imposible saberlo.
Lo hermoso es que pueden no sólo soñar con tener hijos grandiosos que los honren a ustedes, sino que honren primeramente a Dios.
Cuando dice que no provoquemos a ira a nuestros hijos, no nos ofendamos, significa que siendo justos, equilibrados y amándolos, criándolos en la Palabra y con buena disciplina, no hay motivo por qué ellos lleguen a la ira, porque nuestro ejemplo será como que Jesús mismo trate con ellos, al ser guiados como padres por el Espíritu Santo, las probabilidades de fallar son mucho menores.
La clave es (1) criarlos en disciplina, Proverbios, Salmos, Efesios, Colosenses y por muchos pasajes de la Palabra encontramos cómo hacerlo: (2) y amonestación del Señor; como padres cristianos, debemos conocer la Palabra y esta es nuestro fundamento, sabemos como hijos cómo agradar a nuestro Padre celestial, entonces enseñemos a nuestros hijos cómo agradarle también. En el curso Éxito en las Finanzas observábamos que los padres deberían enseñar a sus hijos a diezmar y ofrendar, a ser fieles para congregarse, deberían ser principios familiares, y así ser prósperos en la tierra y nuestros hijos gozarán de los bienes, riquezas y dinero en forma correcta y bajo principios eternos.
Un padre no sólo disciplina con la vara, con su actitud y ejemplo lleva a los hijos por sendas de justicia, con su boca los bendice y habla el bien de ellos de modo que el bien y la misericordia los siga todos los días de su vida, y en la casa de Dios moren por largos días.
Cuando el padre cumple con sus funciones principales de ser proveedor y protector en el hogar, está marcando la vida de sus hijos con el mismo principio. Y cuando siembra respeto y honra en ellos con su ejemplo, esto nada ni nadie lo podrá borrar de ese hijo.
Encontramos a ancianos de 80 ó 90 años diciendo “mi papá me enseñaba, o mi papá me lo aconsejó y fue el mejor consejo de toda mi vida”, así es amados padres los hijos honran aún cuándo los padres ya no están en esta tierra.
Como padres seamos simples, perdonadores, los hijos aprenderán y te seguirán; nunca cuenten lo malo y lo feo de los antepasados, siquiera recuerden cómo sonreían, pero que los hijos no sepan las maldades pasadas. Recordarán que eres marido de una sola mujer, y que la honraste, amaste y protegiste, recordarán que traes o envías ramos de flores o rosas, no al cementerio sino cuando ella puede olerlas y regocijarse de sus colores, aprenderán que a tu dama la llevas de paseo para gozar y regocijarse, la llevas días enteros a algún lugar quieto donde estudiar las Escrituras y saber las cosas que van a venir.
Si preguntarían en el mundo entero a quién condecorar en las instituciones con padres así, de pronto, multitud de hijos se pondrían de pie y dirían condecoren a los padres que formaron la mejor institución y la sostuvieron esta es el “Hogar”.
Padres de Oasis de Amor y cualquier otro que lea estos devocionales, sean ricamente bendecidos y sobreabundantes, y gocen su función de ser el mejor padre, la mejor madre del universo (Aunque más nos hemos dirigido a los padres por ser los sacerdotes del hogar).
Padre celestial gracias por haber dado padres terrenales y haberles dado espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento Tuyo y has alumbrado los ojos del entendimiento de cada padre para que sepan lo que Tu les has concedido, gracias por fortalecer su hombre interior, en el Nombre de Jesús.
Posted in: on 20 de febrero de 2009 at en 8:55 p. m.
